Putin seguirá siendo presidente por seis años más, la constitución rusa establece que ya no puede reelegirse otra vez.
Estas fueron las elecciones presidenciales con menos participación ciudadana en la historia de Rusia, con el 60 por ciento; tres puntos menos de los que se registraron en las pasadas, celebradas en 2012.
Ayer fueron las elecciones presidenciales de Rusia y el resultado fue el mismo que el de las últimas tres votaciones: Vladimir Putin gana. Sí, el político ruso acaba de ser reelegido y estará al frente del país europeo por un cuarto mandato. Fueron ocho los candidatos que se presentaron en la boleta electoral, pero el presidente arrasó con más del 70 por ciento de los votos, diez puntos más que los registrados en la elección pasada.
Sin los resultados oficiales finales pero con los números preliminares de las encuestas de salida como respaldo, Putin mandó un mensaje, desde la plaza Manezhnaya, al pueblo ruso y a los varios miles de personas que se encontraban en el lugar conmemorando el aniversario de la reintegración de Crimea: «Rusia está condenada al éxito y debemos mantenerla unida».
El perseguidor más cercano fue Pavel Grudinin, del Partido Comunista, con el 15 por ciento, mientras que en tercer lugar quedó Vladimir Zhirinovski, del Partido Liberal Demócrata, con el 5.9 por ciento. Alexei Navalny fue el gran ausente, el político de la oposición fue vetado de la contienda electoral por un acto de corrupción, ante lo cual exhortó a los ciudadanos rusos a un boicot con el propósito de empañar el triunfo anticipado de Putin.
Con la inminente reelección, el presidente ruso externó que apostará por un «diálogo constructivo» con la comunidad internacional y, para muestra, se comprometió a disminuir el presupuesto en defensa en los próximos dos años. No obstante, Putin aseveró que «no supondrá ningún problema en el ámbito de la defensa nacional».
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