Cerca de 11 millones de personas estaban calificadas para votar en el Estado de México, es la mitad de la población de la entidad; sin tomar en cuenta el abstencionismo, supongamos que han llegado a votar cerca de 8 mil electores, sin embargo, y como en tiempos inmemoriales del PRI: ¿Cuántos muertos habrán votado?
Tal y como se esperaba, ninguna de las dependencias del Instituto Nacional Electoral ha logrado mantener el orden en los comicios llevados a cabo en los cuatro estados de la República.
A pesar de que los institutos electorales locales han señalado que ha habido pequeños altercados, la situación no ha sido así, ni siquiera desde antes de que se llevara a cabo la instalación de las urnas.
El miedo fundado por parte de los partidos políticos en la población es equivalente al recelo que ellos mismos sienten ante la posible pérdida de una región.
En varios municipios del Estado de México, por ejemplo, fueron tiradas cabezas de cerdo a las afueras de las oficinas locales de Morena. Diversos reportes de personas señalan que encontraron panfletos en los cuales se daba información de qué hacer en caso de balacera, casi como sembrando un augurio de lo que se ha vuelto cotidiano en épocas electorales.
Además, en el mismo Estado de México se registró, cerca de medio día, la detención de 70 camiones repletos de personas que, supuestamente, se dirigían a votar a los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec, municipios clave, dada su densidad poblacional. Además, en diversos ayuntamientos se ha señalado la existencia de propaganda electoral, lo que representa un delito electoral: el proselitismo.
A esto, se suma la intimidación a los representantes de Morena que se dieron cita en los distintos municipios mexiquenses, en los que resaltan los casos del municipio de Tejupilco, donde fueron intimidados por miembros de la policía, supuestamente porque «recibieron una denuncia de que había gente armada en el lugar».
Por otro lado, otro representante del mismo partido, señaló que fue desalojado de su hotel en la ciudad de Toluca por una presunta amenaza de bomba.
Aunado a ello, la desaparición de tres dirigentes de ese mismo partido, uno de ellos en Metepec, quien de acuerdo a las investigaciones, ya ha sido confirmado su paradero; uno más en Cuautitlán Izcalli y otro en Atlacomulco.
Otra cuestión en la que habría que señalar a la FEPADE, es la retención de credenciales en el municipio de Nicolás Romero. En varias casillas se ha reportado que los votantes llegan en grupo, y no, no porque vayan en familia a emitir su voto, sino porque son llevados o llamados a ejercer el voto en momentos determinados. Y otra situación, se ha visto a trabajadores del gobierno del estado, acudir a las casillas. A un policía en plena función de su oficio, ¿le va a interesar votar solo porque sí?
Sin embargo, la situación más grave es que, a pesar de que el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) llevó a cabo la repartición de material electoral desde hace más de un mes, se registró que, en diversas casillas de Toluca y de Chimalhuacán, hay carencia de boletas electorales, siendo estas entre 750 y 800 por casilla.
Con esto, no solo se prohíbe el voto del electorado, sino que, además, nos hace pensar en un robo de boletas. Ante esto, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, se ha visto bastante lenta ya que, si necesitáramos de una analogía, podríamos decir que «La CNDH es a emisión de recomendaciones como la FEPADE a la apertura de investigaciones».
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