Ricardo Anaya y su imperecedera altanería
Ricardo Anaya y su imperecedera altanería

Recientemente se ha cuestionado la posibilidad de que las acusaciones en su contra procedan.

El político queretano ha retado en últimas instancias a la PGR y al SAT para que demuestren la ilegalidad de la compra venta de un terreno.

Va ya un poco más de una semana de periodo de intercampañas y los tres principales actores políticos que buscan la presidencia de México se encuentran buscando la forma de inmiscuirse en los medios de comunicación para permanecer a la vista de la gente.

En este sentido, es Ricardo Anaya quien más aguerrido se ha visto, ya que en su intento de verse arriba en las preferencias del electorado, ha apelado a la altanería para connotar confianza. Esto fue evidente, en primera instancia al encarar al agente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), que supuestamente lo seguía como parte de una estrategia del gobierno federal y estatal (en ese momento se encontraba en Veracruz) para garantizar la seguridad de los candidatos.

El «cerillo», como es conocido el político queretano, se dejó abrazar por la pedantería al señalar que si el Cisen lo seguía, era porque el gobierno federal temía de su potencial lucidez rumbo a las elecciones del próximo 1 de julio.

Aunque en últimas instancias, investigaciones periodísticas primeramente, y el equipo de campaña de José Antonio Meade (llámese Javier Lozano) han revelado que Anaya adquirió un terreno de siete mil metros cuadrados a través de créditos otrgados por el empresario Manuel Barreiro, comprando el mismo «muy barato» y vendiéndolo «muy caro» y a una empresa fantasma (notificado por el SAT), esto luego de haber transformado ese baldío en una nave industrial.

La situación desencadenada luego de este pleito podría tener consecuencias interesantes, tanto así que Anaya ya ha lanzado un reto a las autoridades federales, PGR y SAT, para que procedan en su contra, en caso de tener pruebas de haber transitado de manera ilegal en la compra venta de este terreno (Sí, altanería de nuevo).

El día de ayer, se planteó la posibilidad de que estas acusaciones en contra de Anaya pudieran proceder, y en esas suposiciones, la gente a través de redes sociales comenzó a preguntarse ¿Qué vendría para el Frente en caso de que eso sucediera?

En primer lugar comenzaron a surgir nombres del mismo Acción Nacional, siendo Santiago Creel y Rafael Moreno Valle quienes más posibilidades podrían tener, sin embargo, por parte del PRD, únicamente figuró Miguel Ángel Mancera, quien automáticamente podría ser descartado dado que se ubica aún en un cargo de la función pública.

Con esto, se nos permite llegar de nueva cuenta al PAN en donde las opciones son las mismas, por lo que el equipo de Anaya no tiene de otra más que poner en claro la situación jurídica de la compra venta del terreno antes mencionado, la cual el candidato ha intentado aclarar sin mucho éxito.

Hay que aclarar que un cúmulo de panistas y ex panistas de peso, han señalado que la ilegalidad del movimiento realizado por el «cerillo» es real, tal es el caso de Ernesto Cordero, presidente de la Cámara de Senadores; así como Javier Lozano, ex panista (calderonista) que si algo le sabe a Anaya, no dudará en usarlo.

Y es que dentro de la biografía del queretano no es posible ubicar un lugar ni tiempo en el que se ocupó de realizar inversiones de tipo empresarial para hacerse de un terreno, para posteriormente transformarlo en nave industrial. No es que para ello se necesite de su presencia, pero su pesada agenda política en el PAN hace ver que esos «turbios» negocios parezcan muy fáciles de ejecutar.

Entre tanto, Anaya continuará con la altanería que lo caracteriza porque a fin de cuentas, nada tiene que perder y tiene todo que ganar. Pero, ¿y si la PGR por fin decide trabajar y halla procedentes la acusaciones en su contra? Divertidas e indignantes estarán las campañas.

Así, mientras Anaya se ocupa de culpar al PRI de esta investigación en su contra, AMLO ha desaparecido de la esfera pública momentáneamente, tras haber dejado perplejos a todos luego de hablar de pasajes bíblicos y proponer su constitución moral. En tanto, Meade deja que Anaya se sepulte poco a poco, aunque su poco hábil pero «gran» equipo de campaña piensa en la forma de emular el resultado de las elecciones de 2017 en el Estado de México.

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