Roberto Borge, exmandatario de Quintana Roo, rechazó acogerse a un trámite de extradición a tierras mexicanas, luego de ser cuestionado por la jueza Yiles Pitti, sobre si aceptaba la extradición a México.
Con un susurrante: «No estoy de acuerdo, honorable magistrada», el miembro de aquella camada conformada por exgobernadores prófugos de la justicia, expresó su negativa en el Tribunal Superior de Apelación, en una audiencia que tomó un receso a partir de las 15:11 horas.
La captura de Roberto Borge, todavía militante del PRI, derivó de una orden de aprehensión girada el 31 de mayo por un juez de distrito con sede en el Estado de México, por el delito de realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita. De acuerdo al Código Penal Federal, quien comete este delito enfrenta una pena de entre cinco y 15 años de prisión, además de entre mil y 5 mil días de multa.
Sin embargo, Carlos Carrillo, abogado panameño, defensor de Borge, alegó una serie de presuntas irregularidades en el proceso de detención del exgobernador de Quintana Roo, ocurrida el pasado domingo en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, en Panamá, antes de abordar un vuelo con destino a París, Francia.
Borge asistió esta tarde ante el Tribunal formado por tres magistrados, a la audiencia solicitada por la Fiscalía de Asuntos Internacionales del Ministerio Público de Panamá, y durante la comparecencia se cumplió con el proceso de legalización de su aprehensión.
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