Ningún funcionario ganará más que el presidente
Publicaron en el DOF reformas a la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos.
Como se venía prometiendo, tras publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF), de manera oficial se terminaron las pensiones a los expresidentes, al mismo tiempo que ningún funcionario público podrá recibir un sueldo superior al del presidente del país.
Lo anterior en relación a la Ley Federal de Remuneración de los Servidores Públicos, la cual reglamenta a los artículos 75 y 127 constitucionales, después de que el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres Guadarrama, ordenara su publicación en el DOF.
Aunque existen algunas excepciones, como respetar los sueldos que no superen en más 162 mil pesos el pago al presidente, siempre y cuando sea un funcionario que desempeñe varios cargos, después de su publicación, esta medida entrará en vigor y deberá (así lo marca la ley) ser acatada por todos.
En adelante, de acuerdo al Capítulo IV, artículo 10: «No se concederán ni cubrirán jubilaciones, pensiones o haberes de retiro sin que éstas se encuentren asignadas por la ley, decreto legislativo, contrato colectivo o condiciones generales de trabajo». No obstante, pese a omitir la figura de los expresidentes, explica que «los servidores públicos de elección popular no tienen derecho a liquidación o compensación alguna por el término de su mandato».
Mientras que en el Capítulo II, artículo 6, se decreta que «ningún servidor público recibe una remuneración o retribución por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión mayor a la establecida para el Presidente de la República en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Luego de su publicación en el DOF, y su posterior entrada en vigor (un día después) «quedan sin efectos todas las disposiciones contrarias a la misma», además se anexó un capítulo al Código Penal Federal, donde se reconoce el delito de remuneración ilícita, cuyos castigos van desde los tres meses hasta los 14 años, para los funcionarios que reciban más de 500 y tres mil veces veces el salario mínimo, vigente en la Ciudad de México.
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