Se voltea la moneda: la autoridad ahora es ¿víctima?
Se voltea la moneda: la autoridad ahora es ¿víctima?

La activista Yndira Sandoval denunció haber sido violada por la policía Claudia Juárez.

Recientemente se dio a conocer un vídeo en el que se muestra a Yndira en estado de ebriedad y amenazando a la policía; esto pone en tela de juicio su acusación de violación.

Tremendo caso el que se presenta una vez más respecto al tema de abuso de autoridad por parte de la policía, y es que ahora la activista Yndira Sandoval ha denunciado que el pasado 16 de septiembre fue detenida, torturada y violada por Claudia Juárez Gómez, quien pertenece al cuerpo policiaco del municipio de Tlapa, Guerrero.

Respecto a esto, la declaración que Yndira Sandoval da es que asistió a un consultorio médico para atenderse una lesión cerca del pecho. Sin embargo, asegura que cuando regresaba del médico fue detenida de forma arbitraria por las autoridades de Tlapa, pero no sólo eso, sino que afirma que una de estas policías le realizó «tocamientos indebidos» al manosear sus senos, bajarle el pantalón e introducirle violentamente los dedos en su vagina, lo cual, es catalogado como una violación.

Apenas se supo esto, las redes sociales explotaron y mostraron todo su apoyo para la activista, pues es cierto que poco o nada nos ponemos a pensar en la versión de las autoridades cuando sabemos que éstas son por demás corruptas y suelen aprovecharse de sus cargos para sacar la típica «mordida» o, incluso, hasta agredir físicamente tanto a inocentes como a culpables al creerse inmunes gracias a la plaquita que portan en sus pechos.

¿Por qué decimos esto?, bueno, pues porque cuando de abuso de autoridad se trata solemos creer en la primera versión que escuchamos, sin importarnos el punto de vista de la policía por el simple y mero hecho de ser eso, policías. Y es que ahora, cuando todo parecía estar en contra de la oficial Claudia Juárez, sale a la luz un video en el que se aprecia en completo estado de ebriedad a la activista que la denunció, lo cual, para muchos ya pone en tela de juicio su declaración sobre si fue o no violada por la mujer.

Así, en el vídeo se puede apreciar a Juárez Gómez comentar que «Lo único que hice fue protegerla (a Yndira) pues se encontraba en total estado de ebriedad, se había quitado su ropa interior, se negaba a apagar un servicio en una clínica y alteraba el orden público alegando que es muy importante y muy influyente».

Ahora bien, no estamos diciendo que el hecho de encontrarte totalmente borracho le da el derecho a alguien más de violarte, no, por supuesto que no; sino que ahora, y muy seguramente, el vídeo que muestra en estado inconveniente a la activista generará controversia al plantear la duda sobre si es o no confiable creer en la declaración de una persona que está totalmente ebria e, incluso, presume de ser alguien muy influyente.

Pero no sólo eso, sino que también la mujer policía a quien se le acusa de violación, escribió en su Facebook que «Soy una mujer con 3 hijos dos de 6 y una de 4 años dos de ellas niñas y soy incapas de aser algo como lo que seme acusa estoy dispuesta a encarar la verdad […] No soy una gente inportante ni preparada pero no soy una violadora y ala comision de derechos humanos tambien lepido defenderme ami».

Ahora bien, las confrontaciones y los puntos de vista van a estar al rojo vivo, pues aunado al video que muestra borracha a Yndira, seguramente las declaraciones que la policía Claudia hace en un video al mencionar que es una mujer indígena, madre soltera y a quien le ha costado mucho trabajo y esfuerzo conseguir el trabajo que hoy en día tiene, fácilmente podrían posicionar a su favor tanto a la opinión pública como a las autoridades.

Así, por mucho que nos duela debemos admitir –y por muy retrógrada que esto pueda leerse- que esto no se trata ya de un caso de un policía masculino violando a una mujer, ahora es de una mujer contra otra mujer; lo cual ahora ya no sólo pondrá a discusión la supuesta violación, sino que entrarán temas y debates que dividirán no sólo opiniones, sino también sectores y asociaciones civiles.

¿A qué nos referimos con esto último? Pues a que si bien habrá quienes apoyen a Yndira por el hecho de estar hartos ya del abuso de la autoridad, también saldrán aquellos que se posicionarán a favor de Claudia no ya sólo por el vídeo que muestra a la activista en estado de ebriedad, sino porque verán en esta policía a la mujer indígena y a la madre soltera que día a día lucha para sacar adelante a sus hijos pero que, lamentablemente, ahora se ve amedrentada por la intimidación de una mujer «con influencias».

Israel Yerena

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