Un buen viernes para Elba Esther Gordillo, quien al fin abandona la prisión.
Esta semana se llevaron a cabo diversos actos políticos que fueron desde destapes de candidatos presidenciales hasta nuevas leyes que otorgan más permisos a las Fuerzas Armadas.
Qué semana, dios mío, qué semana. Y es que si bien estamos por terminar el año, en estos últimos días se nos dejaron venir suficientes bombas como para desear que ya termine diciembre y no saber más de este 2017…bueno, eso sí, al menos políticamente hablando. ¿Por qué? Para empezar, este viernes nos recibió con la noticia de que a la guapísisma Elba Esther Gordillo por fin se le hizo y ya pudo salir de la cárcel, sí, ya salió, pero sólo para irse a encerrar a su casa, pues deberá llevar su proceso en arresto domiciliario.
Y qué bueno por ella, pues ya sus abogados habían dicho que la cárcel no era un lugar apropiado para que tan delicada y honrada damita viviera ahí. Y al parecer también Miguel Ángel Mancera está de acuerdo, pues comentó que, efectivamente, el que la maestra se vaya para su casa es una de las mejores decisiones jurídicas que se pudo haber tomado, pues –y lo dice él, no nosotros- en la cárcel hay presos por demás violentos y peligrosos que son tratados con las mayores comodidades, mientras que hay otras «victimas» cuyos delitos no son tan graves que deben soportar un infierno entre barrotes. Esperemos eso mismo se aplique con todas aquellas personas que en verdad no merecen estar en prisión, y no sólo para aquellos políticos que formaron su propio partido.
Y es que si de políticos hablamos, la verdad ya ni a cuál irle, pues si bien antes las derechas eran derechas y las izquierdas intentaban ser izquierdas, ahora ya no sabemos quién es quién con estas extrañas alianzas, pero esperemos descubrirlo pronto ahora que han arrancado las precampañas. Y si de precampañas hablamos, ninguna como la de Ricardo Anaya, quien inició la suya en su natal Amealco, Querétaro, pero no sólo eso, pues anunció que dicha precampaña será «austera y muy alegré»; lamentablemente su primer acto fue todo lo contrario, pues el único alegre era el mismo Anaya, ya que era la única sonrisa que se veía en un acto desolador donde penas si había un puñado de personas que si aplaudían parecía más por lástima que por convicción.
Y convicción es la que tiene Andrés Manuel López Obrador, pues parece estar muy seguro de este año sí ganar la elección presidencial, tan es así que este 12 de diciembre a todos nos dio la «sorpresa» de que sería él el candidato de Morena para le presidencia, quién lo diría, la verdad es que nadie lo esperaba.
De igual forma, lo que nadie esperaba fue el zafarrancho que se armó este viernes entre simpatizantes de Morena y PRD, quienes se agarraron a sillazos en una trifulca que tuvieron en el jardín Hidalgo de la delegación Coyoacán. Esta pelea campal se dio antes de que Obrador realizará un mitin por parte de Morena, pues a un lado de donde estaba planeado el evento, también se organizó un estruendoso concierto por parte del PRD; por supuesto, a los morenos no les gustó esto, ya que uno de ellos se subió al escenario para mencionar que dicho escándalo fue organizado a propósito por los amarillos para estorbar el discurso que daría su mesías AMLO.
Sin embargo, este viernes 15 no sólo fue viernes de quincena y aguinaldo, sino también de la aprobación de la Ley de Seguridad Interior por parte del Senado, la cual menciona que ahora las Fuerzas Armadas –el ejército, para los cuates- podrán intervenir en amenazas a la seguridad interior cuando las demás autoridades no puedan controlar dichos problemas, así que menos mal que esta disputa entre morenos y amarillos en el mitin de Obrador no paso a mayores, pues tal vez pudo haber sido este mismo viernes que viéramos al ejército estrenar esta nueva ley.
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