Hasta ahora, la supuesta izquierda representada a través de partidos políticos en México, se ha encargado de descalificarse mutuamente y echarse la culpa de la poca capacidad de respuesta ofrecida por la oposición, que ellos mismos representan, al poderío casi genético que el PRI tiene en el Estado de México.
Dicen las malas lenguas que desde hace unos días, Juan Zepeda ve perdida la contienda. A nosotros, quienes gustamos de la política «a la mexicana», sabemos que desde que no se ponían de acuerdo con el tiempo y la forma en la que decidirían la elección, independientemente de quién fuera su candidato, quedarían en un cuarto lugar con respecto a los votos.
Es precisamente el abanderado del Sol Azteca, quien ha señalado a Delfina Gómez de Morena como la culpable de descomponer a la izquierda mexicana. A su vez, la candidata del Regeneración Nacional, únicamente estira la mano e invita a los candidatos de esa «izquierda» a dimitir a su favor.
Si bien, es difícil… muy difícil hacerse a la idea de que el PRI pueda abandonar la gubernatura en el Estado de México perdiendo la elección, hay que tomar en cuenta que a 15 días de las elecciones, cada quién juega como sabe y habla dependiendo de «cómo le fue en la feria».
Alfredo del Mazo y su equipo de campaña han realizado investigaciones que señalan la mala política de Delfina Gómez, anunciando a través de Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, que la maestra ha sido poco transparente, por lo que presentará una solicitud ante el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) para conocer el destino de los 550 millones de pesos de financiamiento público.
Sin embargo, en diversas ocasiones es de reconocer que la maestra, a pesar de no tener una facilidad de palabra y mucho menos para estructurar discursos, ha logrado sortear los embates del resto de los competidores. Josefina Vázquez Mota lanzó una serie de papeles que nada trascendieron, con los cuales dio a conocer la supuesta «traición» al pueblo de la que fue parte Delfina Gómez, al «quitarle el 10 por ciento de su salario a sus trabajadores en el tiempo que fue presidenta municipal de Texcoco».
Además, Gómez ha logrado no solo dar buenas respuestas o simplemente ignorar los ataques a su persona, sino que ha conseguido «no salirse del guion». Ya que ha actuado con mesura y de manera responsable ante el compromiso que le fue otorgado de la mano de López Obrador.
Sin embargo, Juan Zepeda ha señalado las intenciones que tiene de reunirse con AMLO, dejando claro que no declinará a favor de Morena, aunque todos sabemos que en esas reuniones «por debajo del agua» se negocia de más.
Mientras, el PRI ataca y reparte despensas, a Morena no se le conocen temas de ese tipo, quizás porque no lo hace, talvez porque no han encontrado evidencia; no obstante, Gómez está más enfocada en presentar a su equipo de trabajo. Unos descalifican, otros exponen; eso es, a simple vista, lo que cada una de las campañas dejan ver: un ir y venir de promesas, expectativas perdidas y nada de propuestas factibles, rumbo a la gubernatura del Estado de México.
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