¿Sistema electoral mexicano gana credibilidad con el triunfo de AMLO? - FOTO: Hoy Novedades

Esta fue la tercera ocasión en que AMLO aspiró a la presidencia, en las dos pasadas se acusó fraude.

El INE señaló que el buen desarrollo de la jornada electoral en las recientes elecciones se debe a los años de trabajo que se han realizado.

Casi 30 millones de mexicanos votaron por AMLO,  es decir, la victoria del candidato de Juntos Haremos historia fue contundente. Ya sea porque los gobiernos del PRIAN llegaron a límites insospechados de cinismo rapaz y se ganaron la animadversión del pueblo o porque se le tiene mucha fe al tabasqueño, pero por primera vez en la historia el poder federal estará comandado por un partido que no sea tricolor ni blanquiazul.

En este contexto salió Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), ha presumir que la «alternancia histórica consolidó el sistema electoral» de nuestro país. No sabemos si reír o llorar por semejante declaración. Ahora resulta que la confirmación absoluta de las tendencias electorales (con diferencia de más de 20 puntos porcentuales entre AMLO y Anaya) es motivo de reverencia.

Tal vez lo que Córdova olvidó externar fue que tuvimos que padecer tres fraudes electorales (uno a Cárdenas y dos a AMLO) para que nuestro sistema electoral pudiera ser el idóneo. Si lo hubiera dicho así, sus palabras nos habrían convencido un poco más, solo muy poco más.

El 53 por ciento de los mexicanos salieron a votar a las urnas convencidos de que no se repetiría la historia de hace seis y doce años, cuando el PAN y sus aliados hicieron hasta lo imposible porque AMLO no ganara la presidencia. De esta forma si bien no se ausentaron las viejas prácticas de los políticos mexicanos: compra de votos, robo de material electoral y quema de casillas, en esta ocasión no alcanzó y da la impresión de que se hizo solo para no perder la costumbre.

Porque casos de este tipo proliferaron. Ahí está el ejemplo de la gubernatura en Puebla, en donde panistas y morenistas llegaron hasta los golpes por el presunto fraude orquestado por Rafael Moreno Valle en favor de su esposa. O el de Chiapas, en donde mientras se realizaba el conteo de boletas electorales en el edificio del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) fue arrojada una granada de gas lacrimógeno.  Y como esos dos hay muchos más casos de artimañas electorales con el propósito de inclinar la balanza en favor de una causa u otra.

No obstante Córdova se llena la boca diciendo que el fraude está erradicado de nuestro sistema electoral. Si en algo ha avanzado ese nuestro sistema electoral es en gran medida a los ciudadanos, esos que se hartaron de pasarles la responsabilidad a los funcionarios públicos y se atrevieron a inmiscuirse en el girar de la rueda de nuestra vida política. Cada vez son más los mexicanos  comprometidos con ellos mismos y con su país.

 

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