Fue un miércoles 12 de julio cuando se abrió un socavón de aproximadamente ocho metros de diámetro sobre los carriles del Paso Exprés en Cuernavaca, donde lamentablemente dos personas perdieron la vida, pues, al caer al agujero, piedras y tierra se desplomaron sobre el vehículo, imposibilitando la salida a las personas.
Un día después, en conferencia de prensa, un familiar mencionó que querían justificar la incapacidad y tapar sus irresponsabilidades, considerando que la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) tardó en reaccionar, además de que los rescatistas «no hicieron lo suficiente o no supieron actuar rápido para salvar la vida» de sus familiares.
Hasta este 22 de agosto fue cuando empezaron, públicamente, a aventarse la papa caliente que estaba en el sartén. Pues el titular de SCT, Gerardo Ruiz Esparza, se dignó a comparecer frente al Senado y dijo que «según» el dictamen de instancias externas a la SCT se determinó que las causas que provocaron el hundimiento en el kilómetro 93.8 del Paso Exprés derivan de que las constructoras no realizaron el embovedado de la alcantarilla.
Otra justificación fue que no se hizo la recolección de basura en los cauces antes de las épocas de lluvia, puesto que las tuberías de descarga lo hacen directamente al río, por ello, el taponamiento de la alcantarilla con basura provocó que el agua del río Santo Cristo, llegase entonces al terraplén, provocando el reblandecimiento de la base de la carretera.
Además, añadió que «lo más importante en este caso no es que haya un responsable político, es que haya un culpable si hubo omisiones, si hubo errores, que sean los culpables los que hagan frente a este tema y no dejar esto resuelto por un sacrificio político».
Con todo lo anterior, Ruiz Esparza nos quiere convencer que donde no está su firma, él no es responsable, con lo que prácticamente se refugia en el tecnicismo de la norma para evadir su responsabilidad.
En su comparecencia, también dijo que se llegaría hasta las últimas consecuencias en las investigaciones, pues dijo que «no habrá impunidad», no obstante, curiosamente, la primera impunidad es la que se le concede, la de responsabilidad política como titular de la SCT.
Por otro lado, este miércoles 23 de agosto fue la comparecencia del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, donde indicó que él había avisado con anticipación lo que se presentaba en la construcción del Paso Exprés, por lo que le notificó a Ruiz Esparza y, hasta a «nuestro querido presidente», Peña Nieto, que se debía suspender la inauguración de dicha obra… Sin embargo, el secretario de la SCT negó que esto haya sucedido.
¿A quién le creemos? Si entre más se pasan la bolita, continúan quemándose cada vez más quemados.
Pero ¿y las constructoras?
Hasta el momento, los legisladores hicieron un llamado para que la constructora del Paso Exprés, Aldesa-Epccor no siga participando en las obras del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, no obstante, Ruiz Esparza los defendió diciendo que no se puede «cerrar la puerta» a éstas en tanto la Función Pública no las señale como responsables.
Al parecer, se seguirán pasando la bolita y hasta que otra obra pública acabe con la vida de otras personas, volverán a enfocarse en la falta de mantenimiento de las vialidades y así lograr justificar el aumento de las casetas en cada autopista de nuestro país.
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