Dicta la máxima popular que «No hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague», pues los engranes giran de tal forma que, a pesar del tiempo, un círculo siempre logra completarse, a veces incluso sin importar la cantidad de trabas que se pongan para que el acto llegue a su fin.
Bajo esta lente podemos observar que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, este viernes no podrá esconder la cabeza al encontrarse con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, en la reunión del G20 en Hamburgo, Alemania.
Dicho encuentro en vivo, llega después de dos acontecimientos de gran calado; el primero de ellos, cuando un candidato republicano visitó la Residencia Oficial de Los Pinos, acto en el que, sin pelos en la lengua, el estadunidense declaró que los mexicanos pagarían el tan sonado muro fronterizo entre ambos países, sin que escucháramos una respuesta frontal para manifestar la personalidad del presidente ante las amenazas de Donald Trump.
Después de ello, la política nacional entró en momentos de mucha preocupación ante la posibilidad de que el magnate norteamericano sí resultara ganador de las elecciones en Estados Unidos y así cumpliera con sus numerosas amenazas de muros, deportaciones y salidas de tratados comerciales con México.
Como bien recordaremos, tal infortunada visita dejó como mayor consecuencia que Luis Videgaray, a quien se le responsabilizó de ser el principal promotor en dicho encuentro, tuviera que renunciar a la Secretaría de Hacienda por la enorme fisura política que comenzó Trump desde el patio de nuestra casa.
Para inicios de año, ya con Trump como presidente electo, las piezas del ajedrez tuvieron que sufrir un reacomodo, de la mano de Peña Nieto, al traer de las cenizas nuevamente a su amigo y consejero Videgaray, para encomendarle la política exterior, especialmente la relación bilateral de México con el nuevo presidente de la Unión Americana, ¿Así o más complejo?
Pues bien, el encuentro que ya no tiene condicionantes ni justificantes para darse, trae como contexto a un Trump que en menos de un año ha dejado más dudas, que razones, sobre su continuidad en la Casa Blanca de Estados Unidos, pues estos meses se las «ha gastado» en sabotear tratados internacionales, ordenar bombardeos al medio oriente, disgustarse con otros jefes de Estado como Angela Merkel o Emmanuel Macron y principalmente, responder a las amenazas del norcoreano Kim Jung Un, quien no ha dejado de buscar conflicto nuclear con él.
Así, Peña Nieto y su equipo llegarán a su encuentro en un momento en el que todos los focos internacionales están centrados en los actos del yankie Trump; sin embargo, eso no debe limitar a que la administración mexicana opte por mantener el silencio y no defender la soberanía que durante los últimos meses ha sido pisoteada y tachada, al considerar el presidente de EU que México trae delincuentes y violadores a su país; pues ya de por sí hay mucha ropa sucia en casa, como para permitir, incluso, que alguien del exterior venga a poner de cabeza la opinión pública del país.
Por Edgardo.V.L
HOY NOVEDADES / EN BOGA