Aunque faltan menos de cuatro meses de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, tome posesión de su cargo, no quiere perder el tiempo. Por ello, desde el pasado 1 de julio, cuando todos le dijeron que había ganado, decidió emprender el camino de proyectos y retos para su gobierno.
Además de querer acabar con la corrupción que impera en nuestro país, el recorte de sueldos a altos funcionarios y reducirse el salario a menos de la mitad de lo que gana el actual presidente, «el abuelito» más querido de los morenos anunció la ampliación del Tren Turístico Maya, que recorrerá Cancún, Palenque, Campeche y Yucatán.
Sí, aunque el proyecto original contemplaba recorrer Cancún, Quintana Roo y hasta Palenque, Chiapas; con escalas en Playa del Carmen, Tulúm, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Calakmul; ahora incluirán estaciones en Campeche, Mérida, Valladolid y Yucatán.
¿Por qué habrá decidido ampliarlo?
Empresarios turísticos de Yucatán y Quintana Roo se acercaron, a inicios de agosto, al entonces virtual presidente, Andrés Manuel, para anexar la ruta de: Cancún-Chichén Itzá-Valladolid-Izamal-Mérida-Uxmal-Maxcanú-Campeche-Escárceaga-Palenque.
En este caso se excluiría a Clakmul, pues enfatizaban en que la región campechana está declarada como Patrimonio Mixto de la Humanidad, por la Unesco, pues ahí se encuentran una de las reservas de la biosfera más importantes del continente.
En pocas palabras, los empresarios consideran que el proyecto será benéfico para el desarrollo turístico de esa región. Esperemos no suceda lo mismo como con el «gran proyecto» de Peña Nieto, el tren interurbano, que correrá de la Ciudad de México al municipio de Toluca.
Dicho Tren Interurbano de Pasajeros Toluca-Valle de México es un proyecto del Gobierno Federal, el cual forma parte del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, que estipula conectar la Zona Metropolitana del Valle de Toluca con el poniente de la Ciudad de México y dará servicio a más de 230 mil pasajeros al día.
Dicho proyecto fue anunciado el 1 de diciembre de 2012, por el presidente Enrique Peña Nieto, sin embargo, fue hasta el 7 de julio de 2014 cuando se dio el inicio formal de la obra. De igual manera, estipularon que las construcción concluiría en 2018, justo en el año que culmina el gobierno de Peña Nieto, pero a cuatro meses de que eso suceda no se le ve ni pies ni cabeza al Tren.
A comparación con el Tren Maya, que recorrerá mil 500 kilómetros, el Interurbano tendrá una longitud total de 57.7 kilómetros, compuestos por 6 estaciones: 2 terminales y 4 intermedias.
Por otro lado, el presupuesto para comenzar el Interurbano fue de 38 mil millones, sin embargo, al primer trimestre de 2018 se elevó a 59 mil millones de pesos, pues se han suscitado diversos problemas legales. En cambio, AMLO plantea que el Tren Maya requiere una inversión de 150 mil millones de pesos, aproximadamente.
Siempre sucede que al inicio de todo proyecto, quedamos encantados de la propuesta y todo lo que conlleva, no obstante, esperemos a que comience la licitación y posteriormente el arranque de la construcción del Tren Maya, para ver realmente el impacto que tendrán en el medioambiente, como lo detallan, y si realmente ayudará al progreso de nuestra economía en México.
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