Vanity Fair - Trump, el «rockstar» que se alimenta de reflectores y masacres
Vanity Fair - Trump, el «rockstar» que se alimenta de reflectores y masacres

Trump se quejó de que no hubiera tantas cámaras en su visita a las víctimas del tiroteo

Debido a que los pacientes no quisieron entrevistarse con Trump, se tuvo que traer a un bebé de dos años para que se tomara una alegre foto con él.

Como si no fueran suficientes las deportaciones prácticamente arbitrarias que se llevaron a cabo en Misisipi, donde 34 de los 122 mexicanos detenidos ya fueron liberados, Estados Unidos se encuentra en un momento de gran tensión por todos los detalles que van saliendo a la luz en cuanto a la masacre ocurrida en el Walmart de El Paso, Texas.

Para empezar, Donald Trump no ha disminuido ni un poco la intensidad en sus discursos de odio, sino que peor aún, pareciera que está usando los asesinatos como actos de campaña. Claro, tampoco se le puede culpar del todo, pues ¿qué político, sin importar su postura, no se aferra con uñas y dientes a una tragedia si ésta le puede ayudar a conseguir votos?

El problema está en que el pelirrojo ni siquiera se preocupa por esconder su alegría ni su descaro, así como sus burlas, al momento de usar la matanza como punto de apoyo. Un ejemplo es su reciente visita a un hospital de El Paso, donde sin vergüenza alguna ni mucho menos con sarcasmo o ironía, dijo que en sus campañas electorales había mucha más gente en comparación con una pequeña multitud que lo acompañó al nosocomio.

Pero no solo eso, sino que de acuerdo con algunos medios, Trump se disgustó por el hecho de que no había el suficiente número de cámaras como para documentar su visita. Después de todo, un rockstar vive de los reflectores.

Si esto no fuera poco, basta con decir que frente a la negativa de varios pacientes (todos involucrados en el tiroteo) para ser visitados por Trump, se tuvo que «mandar a traer» a un bebé de dos años para que se tomara una foto con el presidente; bebé cuyos padres murieron acribillados en el Walmart de El Paso.

En cuanto a lo que se dice sobre su responsabilidad en el tiroteo debido a sus incitaciones contra los migrantes, Trump se mantiene férreo a decir que sus palabras no  tienen nada que ver con la masacre, todo ello a pesar de que Patrick Crusius, autor de los asesinatos, ya confesó que su objetivo era asesinar solamente a mexicanos.

Ahora, para nadie es un secreto ni un disparate que efectivamente los discursos del señor Make America Great Again tienen mucho que ver con la ola de violencia que se ha desatado contra los migrantes, por lo que lo más preocupante será si Trump vuelve a ser reelegido, ya que de ganar entonces quizá el del problema no sea él, sino toda esa gente que en el fondo ya pensaba de la forma en que Donald lo hace, pero que solo necesitaba de un líder que dijera lo que antes no se atrevían a expresar ni a aceptar.

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