Es iluso e infantil pensar que México es un país solidario y comprensivo, sobre todo en situaciones como la actual pandemia, la cual, deja al descubierto que lo más peligroso que la enfermedad es aquel mal llamado ignorancia, que, mutado con la falta de empatía y con una gran dosis de estupidez, se convierte en un peligro todavía mayor.
Ejemplo de esto son aquellas deplorables personas que ya sea por miedo o por falta de conocimiento, están agrediendo al personal de salud ―desde médicos hasta enfermeros y enfermeras― al arrojarles cloro para “desinfectarlos”. Aunque claro, hay otros que han llegado a los extremos de golpearlos y amenazarlos casi a muerte; al grado de prohibirles la entrada a sus propios hogares por temor a que contagien a los vecinos.
Lo anterior no sólo es una estupidez total y un acto monstruoso, sino una completa falta de respeto hacia aquellas personas que se encuentran luchando y arriesgando su salud para que aquellos que los maltratan puedan gozar de salud (irónicamente).
Esto deja en claro la falta de empatía que el pueblo de México (o al menos los más ignorantes) tienen por aquellos que pelean por el bienestar de los demás. Lo más triste de todo es que estas acciones seguramente no se limitan al personal médico, sino que pueden extenderse ante cualquier persona inocente que pueda significar un “riesgo” ante la sociedad.
Por otro lado, uno de los mayores temores (si no es que el mayor) a contagiarse de una enfermedad mortal es la de quedarse sin dinero, así que tal vez ahora las agresiones al personal médico disminuyan, pues podría aprobarse una ley que castigaría hasta con seis años de cárcel y más de 40 mil pesos de multa a todo aquel que de alguna forma les haga daño.
Así, a menudo se suele pensar que nuestro país no cuenta con el sistema de salud que merecemos, pero tras estos hechos quizá sí lo tengamos, pues si así se trata al personal que vela por nuestra vida, entonces probablemente merezcamos un sistema todavía más deplorable del que ya tenemos.
Después de todo, mientras en países como Italia o España se les aplaude a los médicos, enfermeros y enfermeras, aquí se les baña con cloro, se los “madrea” y se les insulta. Viva México…
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