A un mes de la renovación sobre los cargos edilicios de los 212 ayuntamientos en Veracruz y a un año de que llegue el 2018, momento en que no solo habrá elecciones federales en el estado, sino también realizarán procesos locales para elegir gobernador y diputados a la Legislatura de la entidad, Javier Duarte da el sí…
Y no lo dio en una cursi ceremonia, sino después de la tediosa leída de las 19 pruebas que presentaron en su contra dentro de la última audiencia realizada en Guatemala, donde acepto su extradición a México, afirmando que «No cometí delitos y es mi deseo acreditarlo ante las autoridades de mi país».
Al respecto, el diputado federal Cuitláhuac García, calificó como «ridículos» los delitos que le imputó la Fiscalía para solicitar la extradición de Duarte, por que cuestionó la responsabilidad del ex gobernador por la desaparición forzada o del asesinato de periodistas que se ha vivido en el Estado .
Pero a todo esto ¿Qué tendrá que decir al respecto el estado veracruzano?
Hay que estar atentos sobre las acciones que realizaran en «contra» del exgobernador, pues éstas serán muy importantes para esclarecer a los candidatos del próximo año, al igual que el apoyo y la apatía de los ciudadanos hacia cualquier partido, ya que esto es una oportunidad para que la credibilidad vuelva a ser aliada de los políticos, o terminan por ponerse la soga al cuello.
Otro punto interesante es que la administración actual del estado veracruzano corresponde al poder blanquiazul, quienes en las elecciones de junio fueron de la mano con el PRD, alianza con la que tuvieron una «respuesta positiva». Por ello, la postura ante el caso Duarte sumarían puntos a su favor y daría inicio al round contra el partido tricolor, para ver quién logra legitimarse con un knockout.
Recordando que Duarte fue gobernador por parte del partido Revolucionario Institucional ¿Qué sentirán los altos políticos y mandatarios del PRI, al ver como regresa «con la cola ente las patas» a quien orgullosamente presumían como la talentosa nueva generación de su partido? O eso dará pie para que «le echen la mano» y hagan como que nadie vio, ni sabe nada, por que en el estado de Veracruz tiene mala fama y si comienzan a indagar desde raíz, se podría desmoronar la mazorca. Bien dicen por ahí «cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar» y miren que la barba de Duarte ya se ve muy tupida.
Solo nos queda observar los dos panoramas que nos presentan, el federal y estatal. Analicemos que tan temeroso estará el gobierno veracruzano al recibir este «paquetote», así como el plan de acción que realizarán cuando será su turno de actuar.
Por Blanca Cortés
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