Iris Aguirre repartió pollos rostizados con su fotografía en el empaque.
Desde despensas enterradas hasta repartidas a damnificados, la comida y el dinero siempre ha servido de «mordida» para el voto.
Ha pasado la Navidad y ahora la única víspera que emociona es la electoral, pues con ella llegan las campañas, las peleas entre políticos, los debates y, con un poco de suerte, alguno que otro «video escándalo» para alegrarnos el día; pero no sólo eso, no damas y caballeros, pues en esta temporada llega algo todavía más importante: la repartición de vales, despensas, comida, tarjetas, dinero, ropa…en fin, de todo aquello que represente un voto.
Y para ir calentando motores, la diputada Iris Aguirre, del Partido Encuentro Social (PES) ya se está preparando, pues en esta Navidad le salió el Santa Claus que lleva dentro, ya que se puso a regalar pollitos rostizados a personas de la tercera edad y con bajos recursos pues «No hay nada más hermoso que compartir esta Navidad con los que más lo necesitan», escribió la funcionaria en sus redes sociales.
«¿Qué tiene esto de malo?», se preguntarán ustedes. Bueno, pues nada, ya que esta diputada sin duda alguna ayudó a que, por lo menos un día, una familia no se quedara sin comer y se llevara algo al estómago, pues seguramente así como hay quienes pueden comer diario en restaurantes de lujo, hay otros que para comprar un solo pollo rostizado deben trabajar toda la semana. Pero –porque siempre hay un pero-, ¿era necesario que los empaques llevaran la foto de Iris Aguirre?
Tal vez sí, tal vez no, o quizá fue para que en las próximas elecciones a estos futuros votantes no se les olvide que en Navidad el PES –aliado con Morena- les dio de comer; ya saben: un pollo igual a un voto.
Por supuesto que esto no es raro, pues cuando no son pollos son despensas, o cuando no son despensas son tarjetas de Soriana (que luego ni saldo tienen); aunque en verdad no importa qué sea siempre y cuando se lucre con la necesidad de la gente.
Y es que seamos sinceros, ¿cuántos de nosotros no hemos visto o ido por nuestra despensa cuando nos la ofrecen? Por supuesto, hay quienes dicen «de todo lo que nos quitan, mínimo hay que agarrar lo poco que nos den»; ¿y saben qué?, eso está bien ¿por qué? Pues porque en esta situación económica uno no está como para andar rechazando la comida que se le regala. Por supuesto, el truco esta en agarrar los apoyos, pero no creérsela.
¿A qué vamos con esto? Simplemente a que tomes lo que puedas, pero a la hora de votar, hazlo por quien en verdad quieras. Después de todo, un voto dura seis años, una despensa sólo unos días.
Y es que de eso a que los pocos apoyos que nos dan se desperdicien, mejor agarrarlos. Basta con recordar el caso de 2007 en el municipio de Alvarado, Veracruz, donde se enterraron más de mil despensas que debieron ser entregadas a los afectados por las lluvias bajo el pretexto de que «se mojaron». Sin embargo, se sabe que estas despensas están «aseguradas», por lo que en caso de presentar algún desperfecto deben ser repuestas.
Asimismo, no olvidemos el caso de Miguel Ángel Yunes Linares, quien cesó a tres funcionarios por haber repartido despensas a los damnificados del huracán Katia en su nombre y con los colores del PAN, además de que contenían la tipografía que uso en su campaña electoral.
Como vemos, la repartición de apoyos en épocas electorales no es nada nuevo y nunca va a terminar, pues desde el billete de a $50 hasta los monederos electrónicos siempre va a haber quien quiera comprar tu voto. A fin de cuentas vota por quien quieras y agarra lo que puedas, que al final los que se quedan con todo son ellos.
HOY NOVEDADES/EN BOGA