Citizen Lab reveló que aún existen tres operadores de Pegasus en México.
A poco más de tres meses de que concluya el turbulento sexenio de Peña Nieto, una voz del extranjero ha vuelto a poner el dedo en Pegasus.
A poco más de un año de que se desatara la controversia por Pegasus: el programa que el gobierno mexicano usó para espiar a periodistas, activistas críticos y hasta adversarios políticos; este jueves Citizen Lab, perteneciente a la Universidad de Toronto, reveló que tres operadores en México aún siguen ocupando dicho spywere.
Es decir, a poco más de tres meses de que concluya el turbulento sexenio de Enroque Peña Nieto, nuevamente una voz del extranjero ―primero fue el diario The New York Times― ha puesto el dedo en la llaga al evidenciar que sigue vigente el programa adquirido por la PGR, en octubre de 2014, durante la administración de Jesús Murillo Karam.
Si algo le faltaba a esta administración que inició con una dura jornada de marchas cuando el priista tomó posesión, seguido del escándalo por el «Monexgate», ―además del caso Ayotzinapa, las duras críticas hacia sus reformas estructurales; el controvertido tema de la «Casa Blanca»; los casos Moreira, los Duarte, Borge, la Estafa Maestra, los Panama Papers, el fatídico asunto de Odebrecht―, era precisamente un cierre crítico, y Pegasus se lo está obsequiando.
Si bien la información expuesta este jueves no ha detallado en totalidad a quién corresponden los usuarios, existen fantasmas que persiguen al PRI desde hace tiempo, esos fantasmas que le regalaron al tricolor una descalabrada en la elección presidencial y una chiquibancada en el Legislativo; fantasmas que se manifiestan en el hartazgo de la sociedad que ya asocia las siglas del Revolucionario Institucional con corrupción y cosas peores.
En junio del año pasado, Peña Nieto únicamente se limitó a decir «Reiterar que hemos rechazado por supuesto tal reportaje, estamos pidiendo que exista la denuncia pertinente para que la PGR pueda hacer la investigación al respecto, y ver si hay algún elemento. Nosotros rechazamos el que se esté haciendo algún tipo de espionaje o investigación a periodistas, a algún defensor de los derechos humanos u ONG» y el tema no se volvió a tocar.
¿Qué podríamos esperar ahora?, si en junio de 2017, aún con las presidenciales en duelo, no movió ni un pelo de ese frondoso copete para dar explicaciones sobre el actuar de los aparatos judiciales en su gobierno, ¿qué podríamos esperar de Peña Nieto?, nada, como siempre, que únicamente guarde silencio y se esconda en un rincón de Los Pinos.
HOY NOVEDADES/EN BOGA