El suicidio es un tema delicado y preocupante de manera mundial. Se estima que existen más de 700 mil suicidios por año y sabemos que cada caso afecta profundamente a más personas. A pesar de que es un asunto que a menudo se aborda con cautela, es esencial discutirlo abiertamente para crear conciencia sobre su prevalencia y las formas de prevenirlo, es por eso que el 10 de septiembre se designa como el día internacional para la prevención del suicidio.

Según datos recopilados hasta 2021, México tiene una tasa de suicidio de alrededor de 5.2 por cada 100,000 habitantes, lo que significa que alrededor de 6,595 personas pierden la vida de esta manera cada año. Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad urgente de abordar el problema del suicidio en el país.

Varios factores contribuyen al aumento del suicidio en México. La falta de acceso a servicios de salud mental de calidad es uno de ellos. Muchas personas que luchan con problemas emocionales y psicológicos no pueden recibir la atención adecuada debido a la falta de recursos o al estigma social asociado con los trastornos mentales.

Además, las condiciones socioeconómicas desfavorables también pueden aumentar el riesgo de suicidio. La pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades pueden crear una sensación de desesperación que puede llevar a las personas a considerar el suicidio como una opción.

El consumo excesivo de alcohol y drogas es otro factor que contribuye significativamente a las tasas de suicidio, ya que pueden alterar el juicio y aumentar los pensamientos suicidas en individuos vulnerables.

Para abordar este problema, es fundamental promover la conciencia sobre la salud mental y reducir el estigma asociado con los trastornos psicológicos. La educación sobre los signos de advertencia del suicidio y la importancia de buscar ayuda es esencial. Además, se deben crear programas de prevención que incluyan capacitación en salud mental para profesionales de la salud y maestros, así como líneas de ayuda.

La mejora del acceso a servicios de salud mental es crucial. El gobierno debe invertir más en la atención de la salud mental y aumentar la disponibilidad de psicólogos y psiquiatras en todo el país. También se deben implementar políticas que faciliten el acceso a tratamientos y terapias para quienes los necesiten.

La comunidad también desempeña un papel importante en la prevención del suicidio. Las familias, amigos y colegas debemos estar atentos a los cambios en el comportamiento de nuestros seres queridos, ser empáticos y solidarios en momentos de crisis emocionales.

De manera individual, también podemos contribuir con tomando responsabilidad de nuestra propia salud mental. Por ejemplo, existen algunas maneras sencillas para cuidarla, como: hablar con alguien en quien confías, realiza actividad física (puede ser desde tomar una pequeña caminata diaria), realiza actividades que disfrutes, date un tiempo para descansar y ten conciencia de que tener un mal día no te hace mala persona. Por supuesto para asuntos que requieren de mayores acciones profesionales, es esencial acudir a la atención adecuada para el tratamiento y acompañamiento oportuno.

El suicidio es un problema grave en México que requiere una acción inmediata y coordinada de la sociedad en su conjunto. La concientización, la prevención y el acceso a la atención de la salud mental son claves para reducir las tasas de suicidio en el país. Al abordar este tema de manera abierta y comprensiva, podemos trabajar juntos para salvar vidas y brindar apoyo a quienes lo necesitan. Podemos hacer la diferencia a quien lo necesita, acércate, pregúntale y apóyalo, no tengas miedo a pasar esa línea, muchas veces quien se encuentra atrapado en estos pensamientos, no sabe cómo empezar, cómo salir ni a quién acercarse.

Si eres quien tiene estos pensamientos, busca ayuda, no tengas miedo, no estas solo. Recuerda, si te atiendes, te entiendes!