A 50 años del movimiento estudiantil de 1968…
A 50 años del movimiento estudiantil de 1968…Foto: Especial

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968 la juventud mexicana sigue alzando el puño.

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, aún se lamentan los fantasmas de quienes murieron en la Plaza de las Tres Culturas.

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, siguen siendo los valientes puños de la juventud mexicana aquellos primeros en reaccionar, tomar las calles y levantarse en protesta ante las acciones e injusticias cometidas por autoridades de todos los niveles de gobierno en nuestro país.

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, aún existen quienes criminalizan e infravaloran el espíritu de quienes toman el megáfono, los paliacates y las pancartas, pues para éstos las acciones de la juventud significan ser «rebelde», «revoltoso», «grilleros» o, inclusive, en tiempos recientes: «chairos».

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, los alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad de Chapingo, sumadas a un enorme listado de instituciones públicas, siguen extendiéndose la mano en las diversas luchas estudiantiles que se han ido suscitando.

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, continúan existiendo los grupos de choque cuya principal ―y salvaje― función consiste en moler a golpes a quienes organizan marchas, protestas y plantones; herederos del Halconazo y del MURO, preparados para agredir a quienes  retan a la autoridad y exigen respeto sus derechos humanos.

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, el gobierno capitalino decidió retirar las placas alusivas al gobierno del priista Gustavo Díaz Ordaz, en las estaciones del Metro Pino Suárez, Balderas, Insurgentes, Zócalo e Hidalgo, así como las de la sala de armas de la Magdalena Mixhuca.

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, aquellos sobrevivientes a la carnicería capitaneada por el gobierno en turno, se mantienen firmes en sus posiciones: ni perdón ni olvidar; por el contrario, continúan exigiendo que se castigue con todo el peso de la ley a los responsables de aplastar con plomo y derramar sangre de la juventud mexicana.

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, continúan vivas, como carbones rojos, las historias y testimonios de quienes fueron encerrados en Lecumberri y distintos campos de concentración militar, acusados de ser comunistas y de agitar a la población a una revolución rojinegra.

A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, aún se lamentan los fantasmas de aquellos jóvenes que murieron en el histórico mitin en la Plaza de las Tres Culturas, en pleno corazón de México; fantasmas de aquellos que fueron rodeados por 300 tanques y jeeps, alrededor de las 18:00 horas. ¡Hasta la victoria, siempre!

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