El miércoles pasado, trabajadores argentinos se movilizaron ante el nuevo decreto de necesidad y urgencia (DNU) del presidente Javier Milei.

Ante las protestas de los trabajadores, en el centro de Buenos Aires, policías cortaron el tráfico en algunas avenidas e impidieron el paso de cientos de personas que habían participado en una concentración convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y otras organizaciones sociales frente a la Corte Suprema de Argentina.

La jornada de protestas logró convocar a alrededor de ocho mil personas, sin embargo, el saldo no fue blanco, puesto que comenzaron altercados cuando agentes de antidisturbios formaron un cordón que cruzaba las avenidas Corrientes y 9 de Julio para impedir que el tráfico quedara interrumpido ante el masivo flujo de manifestantes y transeúntes que cruzaban la calle.

Ante la confrontación de manifestantes y policías resultaron seis personas detenidas y un policía atropellado por un autobús; asimismo, se dio a conocer que un reportero fue golpeado por un agente antidisturbios, sin embargo, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ofreció una disculpa al medio de comunicación, al cual instó a presentar una denuncia ante la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad.

Los asistentes a la movilización protestaban porque consideran que el decreto de necesidad y urgencia (DNU) sancionado el pasado 20 de diciembre por Milei no es “constitucional”, motivo por el cual, minutos antes de iniciarse la movilización, la CGT presentó un recurso de amparo ante la Corte Suprema para que suspendiera los puntos del DNU referidos a la reforma laboral.

Cabe destacar que la Justicia argentina desestimó el recurso de la CGT por un fallo formal, pero aceptó que la central sindical vuelva a presentarlo el viernes, cuando se prevé que el DNU entre en vigor definitivamente (de momento, este sólo ha sido firmado por el presidente).

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