POR ESO AMLO LE HACE EL FEO AL PRD…

En el año 2012, justo un día después de que Enrique Peña Nieto rindiera protesta como presidente de México, tuvo una de las citas más importantes que ha tenido en su vida. En ella, se reunió en el Castillo de Chapultepec con Gustavo Madero , Presidente del Partido Acción Nacional (PAN); Cristina Díaz Salazar, Presidenta Interina del Partido Revolucionario Institucional (PRI); y Jesús Zambrano Grijalva, Presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), todo esto para firmar el Pacto por México.

El quinto punto, curiosamente fue uno de los más criticados por Andrés Manuel López Obrador, y es que correspondía al acuerdo entre las tres instituciones políticas más fuertes del país para implementar las reformas estructurales, mismas que Obrador venía anunciando desde que perdió la carrera presidencial contra Felipe Calderón Hinojosa en 2006.

Luego de la firma de este pacto, que representó para Obrador el hecho de que la institución política que lo adoptó y cobijó para lanzarlo como jefe de gobierno, así como para las dos contiendas presidenciales, el «Peje» optó por constituir lo que comenzó como un simple movimiento al que el resto de los políticos, muy desinteresados, apenas volteaban a ver: el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

Fue así que Obrador simplemente se permitió cortar el cordón umbilical que lo mantenía unido al partido del «Sol Azteca». Ahora, encontramos un partido casi consagrado, o esa es la impresión que deja luego de competirle al eterno dinosaurio de la política nacional, y casi despojarlo de su terruño.

Uno de los candidatos de los comicios pasados, Juan Zepeda, continua señalándole a Obrador que errará si no voltea a ver al PRD para una alianza de cara al 2018, sin embargo, el dirigente nacional de Morena únicamente ha señalado al Partido del Trabajo como su único aliado.

Lo que se puede leer en la «autoinvitación» (Sí, más autoinvitación que sentencia) por parte de Zepeda es que busca la ayuda de un partido que sobrevivió a las pasadas elecciones no gracias a la institución política como tal, sino que fue gracias a un candidato, a un hombre y a un nombre que es el mismo Zepeda.

Si no hace él la autoinvitación, ¿qué nombre de relevancia puede hacerlo? El PRD enfrenta, y no lo aceptan, un gran conflicto en cuanto a carencia de nombres que puedan causar ámpula en la memoria y oído del elector, y por ello, se pone en riesgo la captación de votos. Juan Zepeda lo logró hacia el final de la campaña por el Estado de México, sin embargo, descubrió la panacea ya muy tarde.

Si en algún momento Obrador acepta al PRD para fortalecerse rumbo a las elecciones de 2018, será interesante ver qué tanto les ofrece al interior de Morena.  La posibilidad está latente, no obstante  Zepeda se olvida de que su partido ya habló de alianza, o frente amplio, como se le quiera decir, con el PAN. Esto sucedió en días pasados, antes de que se realizaran los comicios, ahí, Alejandra Barrales y Ricardo Anaya, ambos líderes nacionales de sus respectivos partidos, se dieron la mano e hicieron las pases.

La realidad es que el PRD necesita más de Morena que viceversa, así que AMLO podría darse el lujo de discriminar sutilmente la mano que Zepeda le ha tendido. Aunque hay que tomar en cuenta que Alfredo del Mazo, rectificado ya como ganador de la contienda en el Estado de México, ha señalado su interés por que el militante del PRD se una a su proyecto de gobierno.

Poe César J.G.

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