Al menos 180 personas han perdido la vida durante las manifestaciones en Nicaragua.
Cancelan mesas de diálogo en Nicaragua por incumplimientos del gobierno

Al menos 180 personas han perdido la vida durante las manifestaciones en Nicaragua.

El gobierno de Daniel Ortega incumplió los acuerdos para invitar, a las mesas de diálogo, a instancias internacionales.

En el pasado mes de abril se presentaron las primeras manifestaciones en contra del presidente de Nicaragua Daniel Ortega, los inconformes pidieron su salida del poder, tras 11 años en el cargo, por considerarlo un «dictador». Esta situación provocó la movilización de elementos federales para combatir a los manifestantes, lo que ha ocasionado la muerte de 180 personas y más de un millar de heridos.

Sin embargo, a dos meses de iniciado el conflicto, la Conferencia Episcopal, mediadora del diálogo nacional, decidió cancelar las mesas de negociación que se tenían planeadas, esto por considerar que el gobierno de Ortega incumplió con lo pactado el viernes pasado.

Cabe señalar que para intentar poner fin a la ola de violencia que consume Nicaragua, la administración de Ortega la Alianza por la Justicia y la Democracia, acordaron enviar invitaciones a altos comisionados de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos,  la Unión Europea (UE) y a la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH), para que estuvieran presentas durante la reactivación del diálogo, programada para el lunes pasado.

Al no presentar el gobierno de Nicaragua las invitaciones correspondientes, «Se suspenden las tres mesas del diálogo nacional por incumplimiento», informó el obispo Silvio Báez, a través de su cuenta de Twitter.

Ante la crisis sociopolítica que se vive en el país centroamericano, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos pretendía, con la ayuda de las organizaciones internacionales, poder investigar las muertes de los manifestantes y los crímenes que contra ellos se han efectuado desde las dependencias federales.

Además, las mesas para el diálogo permitirán, de reestablecerse,  encaminar el proyecto que regresará el orden público a Nicaragua, entre lo que incluye la celebración de nuevas elecciones presidenciales, a celebrarse, posiblemente el 31 de marzo de 2019, así como la renuncia de los altos mandos del país, al tiempo que se levantarán las barricadas de manifestantes en todo el país.

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