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Es difícil poder explicar lo que está ocurriendo entre Israel y Palestina, el histórico enfrentamiento entre estos pueblos en su disputa por un territorio (Jerusalén) que ambos consideran sagrado, ha entrado en una etapa crítica que amenaza con romper la ya de por sí frágil estabilidad en la región.

La organización islámica Hamás lanzó miles de proyectiles desde la Franja de Gaza en contra de Israel, grupos de hombres armados penetraron territorio israelí matando a cientos de civiles y tomando a decenas de personas como rehenes. Los saldos preliminares hablan de más de dos mil personas muertas y por lo menos 190 personas que han sido tomadas como rehenes por el grupo islámico Hamás.

A partir de la agresión del fin de semana pasado por parte de Hamás, Israel ha anunciado que está en guerra en contra del grupo islámico y se prepara para un conflicto prolongado. Para explicar lo sucedido hay que tomar en cuenta distintos factores que incidieron en el ataque:

En primer lugar, Israel ha tenido una vida política convulsa en los últimos meses, el primer ministro Benjamín Netanyahu ha polarizado a la sociedad israelita al promover una reforma al poder judicial que le quita independencia, también ha promovido asentamientos judíos en territorio palestino, esto ha provocado que la sociedad se divida entre los que apoyan y no apoyan las propuestas radicales de Netanyahu, pero también el gobierno ante las disputas políticas, se distrajo de una labor fundamental como lo es el tema de la seguridad, en una región altamente conflictiva.

En segundo lugar, uno de los sistemas de seguridad que se preciaba de ser uno de los más poderosos del mundo falló, no sólo eso, la entrada de miembros del grupo terrorista Hamás a territorio israelí, el falló en el Domo de Hierro que es el sistema que detecta y destruye misiles dirigidos a Israel, y sobre todos las fallas de los servicios de inteligencia, que fueron incapaces de anticipar el ataque sorpresa por parte de Hamas, traerán severos cuestionamientos tanto al gobierno como a los servicios de inteligencia israelitas.

Las consecuencias de la guerra saltan a la vista, pero un saldo inicial es que con este conflicto ganan los radicales tanto en Israel como en Palestina. El conflicto traerá aire puro para la gestión de Benjamín Netanyahu quien estaba en el ojo del huracán por su polémica gestión, con el conflicto las diferentes fuerzas políticas tendrán que cerrar filas en torno a Netanyahu; por otro lado, también Hamás gana ya que se aleja cualquier tipo de acuerdo que permita alcanzar paz en la región.

Cuando al fin parecía que se podía lograr cierta estabilidad, sobre todo cuando Arabia Saudita estaba a punto de firmar un acuerdo para establecer relaciones diplomáticas con Israel, el ataque de Hamás seguramente echará para atrás un pacto que habría ayudado a la región a tener mayor estabilidad.

El principal promotor del acuerdo entre Arabia Saudita e Israel, Estados Unidos, también se verá afectado, la administración Biden buscaba afanosamente la firma de este acuerdo que le permitiría generar un pacto con sus dos aliados en la región, lo que le permitiría tener mayor estabilidad en la zona y alejar a los movimientos radicales. Ahora Estados Unidos tendrá que estar al pendiente de lo que suceda en Oriente Medio y Rusia, que es otro foco de atención.

Por otra parte, el tema de los rehenes se vuelve fundamental en este contexto, en el pasado Hamás ha utilizado a los rehenes como moneda de cambio para liberar presos palestinos en Israel, en esta ocasión por la gravedad del ataque, Israel  no está dispuesto a negociar absolutamente nada y se ha planteado el poder ingresar a la Franja de Gaza para rescatar a los rehenes, Hamás ha declarado que por cada ataque israelí matará a un rehén, en este escenario resultará altamente complejo el rescate de los rehenes.

Israel ha tomado una serie de decisiones contrarias al derecho internacional humanitario, al bloquear la Franja de Gaza y cortar los servicios de electricidad, agua, combustible, e impedir el ingreso de suministro de alimentos a la zona, ha puesto en riesgo a los dos millones de palestinos que viven en la zona, esto generará una crisis humanitaria y quien se verá afectada serán las personas que habitan la Franja de Gaza.

Pensar en una solución pronta al conflicto luce complicado, no sólo porque Hamás es un grupo que utilizará a la población civil como escudo humano para protegerse de los ataques israelís, lo que desafortunadamente puede provocar miles de muertes, también porque Israel buscará a toda costa destruir de una vez por todas a Hamás, lo que puede llevar a un conflicto prolongado, en este escenario solo el desgaste entre los grupos en disputa parece ser el único escenario en el que se podría pensar en el fin de las hostilidades, lo que demuestra este lamentable acontecimiento es que la política ha fallado y quién pagará el precio de la guerra será gente inocente.

Iván Arrazola es analista político y colaborador de Integridad Ciudadana. @ivarrcor