Es difícil pensar en una situación tan crítica como la que vive en la actualidad la democracia en América Latina, pero principalmente México. El apoyo a la democracia ha disminuido considerablemente en la región, en el año 2010 un 63 por ciento de la población apoyaba la democracia, en el año 2023 únicamente un 48 por ciento apoya a la democracia.
Pero los resultados más preocupantes sobre el apoyo a la democracia se observan en México, no en vano se ha venido generando un sentimiento de mayor de indiferencia entre un régimen democrático y uno autoritario en el país, un 28 por ciento de la población es indiferente entre un régimen autoritario y uno democrático, el apoyo a la democracia ha disminuido, del 2020 al 2023 el apoyo a la democracia pasó de un 43 a un 35 por ciento, y el apoyo a un régimen autoritario aumentó del 22 al 33 por ciento, todos estos son datos del estudio Latinobarómetro 2023.
Un ejemplo claro de esta tendencia autoritaria es la administración de Andrés Manuel López Obrador, donde el gobierno ha encontrado en la polarización la mejor herramienta para confrontar a la población y en base a esa confrontación tomar una serie de decisiones que minan al régimen democrático.
Por ejemplo, en aras de promover una supuesta austeridad, el oficialismo y su mayoría en el Congreso han limitado el presupuesto de instituciones como el INE, órgano encargado de organizar las elecciones en México, o detener la nominación de los comisionados del órgano encargado de promover la transparencia señalando que la institución no sirve para los fines que fue creada, ahora intenta maniatar al poder Judicial, poder que ha frenado reformas como la electoral, a través de la cual el gobierno pretende controlar las elecciones.
Por otra parte, la información sobre obras públicas que el gobierno considera prioritarias, ha hecho hasta lo imposible por ocultar la información y la ha reservado, lo que ha impedido saber el costo real de las obras y las pérdidas de obras como la del nuevo aeropuerto, que no opera a toda su capacidad por la falta de conectividad.
Una tendencia que ha identificado el estudio Latinobarómetro 2023 es que muchos líderes que son elegidos en procesos libres y competitivos, una vez instalados en el poder cambian las reglas del juego para mantenerse en el poder, a este proceso se le ha denominado recesión democrática. Ese es el caso de la llamada Cuarta Transformación que, si bien no ha cambiado las reglas de la elección presidencial, ha hecho uso de todos los recursos a su alcance para promover la imagen de sus candidatos a la presidencia de la República y ha utilizado los programas sociales como un mecanismo de clientelismo político para mantener la lealtad de los votantes.
Pero esa misma recesión democrática es producto de los personalismos y de partidos políticos débiles, partidos políticos que han descuidado sus procesos de selección de candidatos, que se han caracterizado por sus promesas incumplidas, la ausencia de resultados, y la escasa democratización en sus procesos de selección internos, lo que ha provocado desconfianza por parte de la población, en México solo 2 de cada 10 personas confía en los partidos políticos. En ese sentido, los problemas económicos y los problemas de inseguridad, han provocado que la población esté dispuesta a apoyar a actores o fuerzas políticas que no comulgan con principios democráticos pero que ofrecen soluciones inmediatas.
El momento que vive el país es particularmente delicado, ante los problemas que vive en materia de seguridad, ante las escenas de violencia recurrentes, ante la ausencia del estado de derecho, se puede acelerar la aparición de opciones extremistas que ofrezcan soluciones inmediatas a cambio de limitar derechos como ya ocurre en países como El Salvador, de ahí la importancia de fortalecer el régimen democrático y de rechazar a las opciones políticas que no respeten el régimen democrático o las que no estén dispuestas a rendir cuentas, de ahí la importancia de privilegiar los programas y las agendas por encima de las personas.
Iván Arrazola es analista político y colaborador de Integridad Ciudadana. @ivarrcor
