En agosto de 2022, Gustavo Petro, presidente de Colombia, sugirió legalizar el cannabis sin licencias y para ese entonces ya se tenía previsto en la normativa el uso medicinal de la hierba. El colombiano comparó el cultivo de marihuana con sembrar maíz o papa y lanzó la pregunta de por qué no liberar presos de las cárceles acusados por comercialización de cannabis. Esta visión dista de la del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

La visión del mandatario sobre las drogas es amplia y durante la Conferencia Latinoamericana y del Caribe Sobre las Drogas en Cali el 9 de septiembre de 2023, resaltó cuando habló de violencia y excluyó a la marihuana. Colombia tiene un hacinamiento en cárceles de 7% en mujeres y 20% en hombres y de allí surge parte de la propuesta de Petro.

Petro explicó que las drogas se mueven según el contexto de cada época: primero la marihuana, luego el LSD “que nace de la rebeldía juvenil”; después pasamos a la cocaína “que es la droga del neoliberalismo”, y ahora vemos el fentanilo, “que es la droga de la crisis climática y de la extinción de la humanidad”, concluyó.

Algunos analistas vaticinaban una declaración conjunta entre Petro y AMLO para lanzar un comunicado en aras de legalizar los cultivos de cannabis, pero nada estuvo más lejos de eso. Mientras tanto, tan solo en CaliforniaEstados Unidos, los ingresos por los cultivos legales de marihuana representan la decima posición como industria en la economía.

Para el jefe del Ejecutivo de Colombia, el mundo debe dejar de observar a América Latina con “el discurso fracasado de la guerra contra las drogas”. Es un nuevo paradigma sobre las drogas y en particular a favor de legalizar el cannabis.

Por su parte, lo que se escucha en las conferencias matutinas desde Palacio Nacional son los informes de seguridad sobre incautaciones de marihuana o quema de cultivos. Cada vez que se le cuestiona el tema a AMLO por parte de algún periodista, la evasión es la respuesta predilecta. De hecho, el mandatario mexicano critica cada vez que puede a la liga de la NBA por la autorización del uso de cannabis entre los jugadores. Esto es lo más cercano a escuchar sobre el tema del cannabis en el Gobierno de México.

Mientras Petro acusa a Estados Unidos de ser el mayor consumidor de drogas, al mismo tiempo busca una alianza latinoamericana. El mandatario sabe distinguir los distintos tipos de drogas y esto lleva a promover estrategias para no criminalizar la marihuana, porque cuenta con información sobre el impacto en violencia.

En cambio, AMLO solo se concentra en criticar al cannabis, omitiendo el libre desarrollo de la personalidad, como lo estableció la Suprema Corte (SCJN) en 2021. Si bien la despenalización para el uso lúdico del cannabis en México permite su consumo, los trámites para obtener el permiso son tan complejos y engorrosos que es preferible acudir al mercado ilegal. Algo queda claro, la administración de la Cuarta Transformación prefiere omitir su evolución en materia de regulación y, por ahora, mantenerlo en un limbo. Estos son los contrastes entre Petro y AMLO en materia de cannabis.