«JURO DECIR LA VERDAD Y NADA MÁS QUE LA VERDAD»

Luego de que James Comey, ex director del FBI, fuera llamado a declarar ante la comisión de inteligencia del Senado luego del drama conocido como Rusiagate, el ex funcionario únicamente señaló de extraño las acusaciones de Trump respecto a que era incompetente para el puesto, dado que de acuerdo al ex director del FBI, el presidente le había señalado con anterioridad que le gustaba el trabajo que estaba haciendo al frente de la agencia de investigación.

Aunque Comey se quiso echar para atrás respecto a los señalamientos que apuntaban a que Trump sí le había solicitado que frenara la investigación sobre la supuesta injerencia de Rusia en los comicios de noviembre que llevaron al actual presidente a su cargo, al senado no le quedaron más que dudas al respecto de todo lo sucedido.

Ya en este espacio habíamos hablado de los presidentes que intentaron ocultarle información al Congreso o a las agencias de investigación, por lo que el hecho de que el Senado ahora quiera que Trump acuda ante la cámara alta a rendir declaración, lo pone exactamente en el mismo lugar en el que estuvieron los presidentes que se enfrentaron al impeachment.

Lo más desalentador para su gobierno es que tanto senadores republicanos como demócratas son quienes lo han exhortado a que entregue grabaciones que puedan ayudar a solucionar este problema que, a cinco meses de haber tomado la presidencia del país más poderoso del mundo, pudiera llevarlo a dejarla.

Los cargos que podría enfrentar Trump en caso de ocultar información es «obstrucción de la justicia», mismo cargo que enfrentó Richard Nixon, situación que lo llevó a renunciar a la presidencia y a Bill Clinton, quien no enfrentó proceso, ya que el senado señaló que las declaraciones en las cuales mintió, no tenían lugar en el caso por el cual se le investigaba.

La senadora republicana Susan Collins dijo que apoyaría un requerimiento legal a la Casa Blanca para proveer cualquier supuesta grabación, luego de que Trump volviera a criticar a Comey este domingo al calificarlo de «cobarde» en un mensaje en Twitter.

También la senadora demócrata Dianne Feinstein presionó para la entrega de las grabaciones. Feinstein dijo que: «No había testigos… Si hay cintas, por favor – y la presidencia se burló de esto – entregue esas grabaciones».

Por otro lado, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles E. Schumer, invitó al presidente Trump a declarar ante el Senado tras el testimonio del exdirector del FBI, James Comey, la semana pasada sobre la supuesta complicidad entre la campaña de Trump y Rusia.

Entre que si la incompetencia de Comey fue la razón para sacarlo de la dirección del FBI o no, todos han señalado a Trump para que enfrente a la comisión de inteligencia del Senado, a donde seguramente llevará su pedantería y malos modales y, además, ha señalado en repetidas ocasiones que podrá testificar bajo juramento de decir la verdad «y nada más que la verdad».

Por César J.G.

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