Ante la visita de funcionarios de Estados Unidos Rex Tillerson, Secretario de Estado de la Unión Americana y John Kelly, secretario de Seguridad Nacional de EUA en nuestro país, se han dado varias reacciones en las que le indican al presidente Enrique Peña Nieto, como a el canciller Luis Videgaray, qué hacer y de qué hablar en torno a la relación bilateral.
De entrada, desde la casa blanca el vocero de la casa Blanca, Sean Spicer indicó que era una oportunidad para dialogar y recobrar la relación «fenomenal» (fantástico, fantabuloso, sublime) que cuentan ambos países.
Aún no se sabe si el vocero de la Casa Blanca usó el termino de manera irónica o realmente México y EUA cuentan con una relación digna de dicho calificativo; por lo mientras, los diputados, a través de Javier Bolaños, presidente de la Cámara de Diputados, le pidió a la Secretaría de Relaciones Exteriores que mantenga una postura sólida ante EUA por la intención de deportar a México a todos los inmigrantes de otros países.
Lo cual de inmediato, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, reviró y aseguró que no aceptará a ninguna persona deportada de Estados Unidos con nacionalidad distinta a la mexicana (porque de por sí, ya no pueden con los nuestros).
Esto, sin embargo, fue también contestado por Amnistía Internacional de América; su directora Erika Guevara Rojas indicó que desde hace muchos años, México ha hecho el «trabajo sucio» de EUA.
Y es que el organismo reveló que tan sólo en 2016 las deportaciones en México hacia El Salvador aumentaron a un 200 por ciento, así como las de los hondureños y guatemaltecos, que aumentaron hasta en un 150 por ciento.
Básicamente lo que dijo Erika Guevara fue que México la hace de «poli» a EUA cuando personas intentan entrar a propiedad privada, México es el velador del patio trasero de EUA y los corre a la mínima provocación.
A su vez, especialistas de EUA y Canadá, pidieron al presidente Donald Trump que corrija sus políticas hacia México o arriesga echar por la borda décadas de cooperación estratégica y propiciar la llegada de líderes anti-americanos al poder.
Aunque parezca extraño, las políticas de Trump han hecho lo que tragedias como el terremoto de 1985 logró: Unir a las fuerzas políticas de izquierda y de derecha, indicó el profesor del ITAM Rafael Hernández de Castro
Para los especialistas preocupa que la misma «cerrazón» ocurra en México pero a la inversa, con políticos que se cierren ante Estados Unidos y terminen años de cooperación bilateral.
Citando y replanteando la pregunta del presidente: «Aquí les pregunto ¿Qué harían ustedes?» hablar del problema de migración y seguridad, así como de comercio será un tema duro del que habrá mucho de qué hablar en estos dos días.
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