México está roto. El tejido social ha sido corrompido y hecho implosión, haciendo evidente nuestra triste realidad social. El 25 de octubre entró el huracán Otis al puerto de Acapulco; fenómeno natural que desnudó la incapacidad del gobierno para hacer frente a un desastre natural de esa magnitud, junto con el sentido de oportunidad por no decir oportunismo que prevalece en la sociedad de forma general.

Durante los pasados días se vio de todo, desde rapiña hasta declaraciones inadecuadas sobre la respuesta que dio el gobierno federal y estatal para prestar un auxilio inmediato, las cuales no suman ni proponen, solo hacen ver claramente que cada actor político jala agua del pozo para sus intereses, de tal forma que después de 14 días, la Cámara de Diputados sigue sin incluir de forma textual un programa económico para impulsar la reconstrucción del puerto.

En estos momentos México necesita que los políticos dejen a un lado el 2024 y sus diferencias ideológicas y se sienten a concertar en favor de la reintegración social, sembrando en la ciudadanía la semilla de la cordialidad, la esperanza y fraternidad que como nación nos debe de unir.

Tal como lo habían anunciado las grandes empresas están haciendo su parte con el fin de impulsar la pronta recuperación de una de la ciudades turísticas más importantes de México “ACAPULCO”, donde a partir de esta semana se empezaron abrir los diferentes centros de abastos de las cadenas Wal-Mart y Soriana, así como el esfuerzo de hoteleros y empresarios que iniciaron a prestar sus servicios básicos.

Acapulco se pondrá de pie y eso es una realidad, tanto los empresarios como la gran mayoría de ciudadanos están dispuestos a levantarlo, pero es importante que nos preguntemos ¿Cuáles serán las bases de este nuevo Acapulco y quien se encargará de rehacer el tejido social?, queda claro que no serán los actores políticos, que como ya lo expresé solo están pensando en su proyecto del 2024.

Por lo que, como siempre, solo la sociedad organizada podrá realizar la recomposición social, no partiendo de la crítica a lo que hacen las autoridades gubernamentales, sino creando dos situaciones básicas; tendiendo puentes de apoyo dentro de sus círculos cercanos, para que entre todos se vayan reconstruyendo las calles y comunidades, para que de ahí acudan con sus diputados tantos federales como locales a proponer proyectos específicos y a exigir la acción inmediata desde el mandato de ley, lo cual traerá un movimiento magnificador que beneficie a todos, un ejemplo de ello fue lo que realizó la Ministra Norma Piña quien le envío al Presidente de la República una carta hace más de una semana, donde aceptaba la propuesta de utilizar los fondos del fidecomiso para ayudar a los damnificados del huracán Otis, estableciendo claramente que está a la orden para iniciar la conversación, salvaguardando claramente los recursos y derechos de los trabajadores del poder judicial, tendiendo el primer puente de comunicación, que marcó a su vez el término de la controvertida disputa.

México se merece un congreso de alto nivel, que planteé y discuta las bases el desarrollo nacional, delineando conforme a las facultades que la Constitución, la reconstrucción de Guerrero y de todo el país; ya que la descomposición social se ha venido dando de tiempo atrás, desde Tijuana (BC) o Cd. Mier (Tampico) hasta Ciudad Hidalgo (Chiapas), pasando por Zacatecas, Michoacán y Guanajuato; no debemos dejar pasar por alto las declaraciones que, en días pasados realizó el Comandante Moisés, vocero del “EJERCITO ZAPATISTA”, mismo que dejo en claro la situación de Chiapas, la cual es un reflejo de lo que se vive en todo el territorio nacional. México está roto y Otis vino a quitarnos las vendas de los ojos, dejando claro que, si no retomamos el camino cerrando filas para recomponer el tejido social, dejando atrás el discurso de odio y la desinformación, que únicamente sigue dividiendo a la sociedad, la crisis que vivimos en la actualidad, seguirá marcando a las nuevas generaciones.

Hoy es el momento de exigir que se cumpla la protesta de ley que todo servidor público realiza al tomar el cargo donde de forma inicial se establece que van hacer cumplir la constitución y las leyes y que de no hacerlo sea el pueblo el que lo demande, dejando claro que está en la sociedad organizada el derecho de exigir y el voto de forma individual la vía de aprobar o reprobar una gestión de gobierno.

Está en las manos de todos los mexicanos consientes el ejercer su voto, la decisión es ciudadana este próximo 02 de junio del 2024, evalúa a tu gobierno, municipal, estatal y federal y toma la mejor decisión.

#Por_un_solo_México. #Todos_somos_México #Por_una_ciudadania_participativa

Javier Agustín Contreras Rosales. Colaborador de Integridad Ciudadana AC, Contador Público, Maestro en Administración Pública @JavierAgustinCo @Integridad_AC