Morena aplazó al 10 de noviembre la definición del candidato o candidata que contenderá por la CDMX y ocho estados más. Esto tendría que ver con la cita que Claudia Sheinbaum tenía en el Estadio Azul el cual no alcanzó su capacidad máxima y la candidata a la presidencia no hizo acto de presencia. El partido Morena admitió deficiencias en la planificación del evento, y esto indicaría un reacomodo entre el proceso interno morenista, que metió presión en CDMX.

Se tenía programado que los resultados de las encuestas se darían este 30 de octubre, la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) acordó posponer 11 días más.

Al respecto, el presidente del CEN, Mario Delgado Carrillo, compartió el comunicado a través de sus redes sociales, sin especificar el por qué del retraso en las fechas que marca la convocatoria.

Es bien sabido que Claudia Sheinbaum da su respaldo al extitular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, por otra parte, Clara Brugada es una fiel combatiente del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha expresado su apoyo en momentos determinantes a la ex alcaldesa de Iztapalapa.

En 2009, Clara Brugada ganó las elecciones internas del PRD para la candidatura de Iztapalapa, pero su oponente impugnó el proceso y el TEPJF anuló su designación. A pesar de esto, su nombre ya estaba en las boletas y no pudo retirarse. López Obrador conoció a Rafael Acosta Ángeles y le dio apoyo, con la condición de que, si ganaba, declinara a favor de Clara Brugada.

Ya se vivió una ruptura en Morena a nivel presidencial entre Sheinbaum y Ebrard, y ahora que Morena está tan cerca de gobernar al Estado y Ciudad de México, no sería lo ideal tener una nueva fractura.

¿Por qué Morena debe evitar una nueva fractura?

Cuando hay una ruptura política, puede haber una serie de consecuencias y escenarios posibles:

-Inestabilidad en la CDMX y Morena. Puede haber desacuerdos sobre políticas, leyes y decisiones importantes, lo que puede dificultar la toma de decisiones y la gobernabilidad.

-Pérdida de confianza entre los líderes políticos, gobierno y la población. Los ciudadanos pueden volverse escépticos sobre la capacidad del partido para tomar decisiones efectivas y representar sus intereses.

-Las rupturas políticas pueden dividir a la sociedad y al electorado. Las personas pueden tomar posiciones más extremas y polarizadas.

El cómo se resuelva una ruptura política depende de la voluntad de los líderes políticos y la sociedad en general para comprometerse, dialogar y solucionar. Por ahora los morenistas parecen dispuestos al aplazar al 10 de noviembre la definición de candidatos. Falta ver si la población llena ahora sí el Estadio Azul el próximo 12 de noviembre.

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