NO TE OLVIDES DEL BANG BANG DEUX.
NO TE OLVIDES DEL BANG BANG DEUX. FOTO: BANG BANG DEUX

Casi seis años del Bang Bang Deux.

Bang Bang Deux: Un club de fotografía que nació en la Plaza del Aguilita.

Octubre de 2011. Era una calurosa tarde, de esas en las que, incluso, el sol podría derretir plomo, pero tú y yo recién nos estrenábamos en segunda década y el azote del rayo solar era lo que menos nos importaba.

En ese tiempo nos desbordaba una fiebre melómana que nos inyectó deathrock hasta lo más profundo del tuétano, además poseíamos una creatividad tan extravagante con la que construíamos pequeñas historias a partir de todas las vivencias que se nos ponían enfrente. Hoy día vuelvo a leerlas y me doblo de la risa.

Como todos los miércoles, al salir de la universidad nos dirigimos al taller de periodismo que cursábamos en la viejísima Casa Talavera, ubicada en el corazón del entonces Distrito Federal, recinto que alguna vez fuera propiedad de un tal marqués de Aguayo, en las primeras décadas del siglo XVIII.

Muchos años después de la existencia del susodicho individuo, nosotros entramos muy  contentos rumbo al antiguo edificio, pues llevábamos suficiente lana y, al salir del curso, le daríamos matanga a unos chulísimos tacos al pastor a los que, desde semanas antes, ya les traíamos bien puesto el ojo.

Aquella ocasión, el profesor nos mandó directamente a la Plaza del Aguilita, recinto icónico que, según las voces capitalinas, fue el lugar donde nuestros antepasados hallaron en su centro un águila devorando una serpiente, es decir, el lugar prometido por el dios Huitzilopochtli.

¿Pero cuál fue nuestra tarea? Fotografiar a unos extraños mimos que vestían sombreros y overoles manchados por un manojo de pinturas, ellos ofrecían un show de lo más curioso, empleando cintas adhesivas, globos, cuatro pequeñas varillas y una flauta.

Para fortuna nuestra, llevábamos una cámara que específicamente se me había comprado para usarla en mis clases de fotoperiodismo, pero que nosotros planeábamos usar en un concierto de Los Carniceros del Norte, así que, sin pensarlo dos veces, comenzamos una ráfaga de flashazos sobre los infrecuentes artistas callejeros.

En mi brusco intento por superar los pesares que tu partida dejó en mi vida, hay algunos recuerdos que mi mente bloqueó: ya no me acuerdo si comimos esos tacos, pero lo que sí rememoro con gran frescura es que ahí, mientras enfocábamos en cuclillas, prometimos crear el Bang Bang Deux y firmar todas nuestras fotos con ese nombre, en alusión a los fotógrafos bélicos que conformaban el «Bang Bang Club».

Julio de 2017. Hoy, durante mi regreso a casa, escuché un exquisito set deathrocker en tu memoria, ni «Lights go out», de The March Violets, ni «Héroes», de Parálisis Permanente, podían faltar.

Quedaron pendientes miles de fotografías por tomar; sin embargo, como los seres gatunos que siempre hemos sido, restan seis vidas más para accionar ese flash.

Por: Edward Hyde

HOY NOVEDADES/ LIBRE OPINIÓN