Temporada electoral es equivalente a innumerables episodios de la vida nacional en los que partidos políticos se apuntan con todas sus armas, unos a otros, para derribar contendientes en una batalla que no conoce ni piedad ni vergüenza. Todos, sin importar color u orientación política, todos tienen preparada una piedra en la resortera.
Si de blaquiazules hablamos, sale a cuento uno de sus abanderados, que en un acto de nula discreción tuvo apoyo en su campaña electoral presidencial, por parte de grupos empresariales, quienes, a través de una serie de spots, planteaban a la población la importancia de dar continuidad al esquema económico que entonces se manejaba (con Vicente Fox, otro panista) y el «peligro» que representaría modificar tal modelo. Por supuesto, el partido descalificó todos esos señalamientos.
En 2016, un caso a la inversa, durante la campaña de Francisco González Cabeza de Vaca por el estado de Tamaulipas, el PAN denunció al PRI, luego de que éste aportara una fotografía de hombres encapuchados que portan fusiles de asalto, desplazándose en camionetas que llevan el logo de campaña del candidato panista, lo que el partido calificó como un delito grave que se paga hasta con cárcel, pues, de acuerdo con ellos, se trataba de una foto modificada tomada a un grupo de autodefensa en Michoacán, publicada por el medio Cuartoscuro en 2014.
Volviendo al presente, este lunes la candidata arropada por el PAN, Josefina Vázquez Mota, vuelve a chamuscarse la piel con esos candorosos reflectores de los medios de comunicación, al informarse que la PGR investiga a su familia por lavado de dinero.
Con apenas un día de que se haya dado el banderazo inicial para definir a los candidatos rumbo a la elección para gobernador mexiquense, Acción Nacional ya se llevó la primera trompada, siendo una agrupación que también aprovecha el primer momento para soltar el «descontón».
El PAN no ha digerido que aún no se superan las dudas por el tema de la asociación «Juntos Podemos» que exponía, supuestamente, a la hoy candidata recibiendo capital por parte de la administración del presidente Enrique Peña Nieto; conflicto que ya se le sumó a esa lista de pendientes por «resolver».
Aunque el partido afirma que se trata de una calumnia, porque el PRI tiene miedo de perder en el Edomex, basta con que venga otro partido y agite lo necesario para que esto se convierta en una salvaje espiral que haga olvidar a todos lo «exitoso» que fue 2016 para el PAN y, de paso, terminar con sus aspiraciones presidenciales de 2018.
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