Predominan los ataques en el tercer y último Debate Chilango.
Purificación Carpinteyro: la protagonista de una noche sosa para la política capitalina

Predominan los ataques en el tercer y último Debate Chilango.

Todos contra todos, esa fue la temática del Tercer Debate Chilango.

El último debate entre los aspirantes a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, a 10 días de las elecciones,  se convirtió en un intercambio indiscriminado de acusaciones, señalamientos y momentos de tensión risible entre todos y cada uno de los candidatos. La noche se la llevó la garra y el furor de Purificación Carpinteyro.

Entre ataques de corrupción, gobiernos fallidos, partidos políticos deshonestos y acusaciones por incluir en sus proyectos de gobierno a presuntos políticos corruptos, el debate avanzó con pocas propuestas y estrategias claras para sus posibles gobiernos.

Aunque los principales ataques, al menos los que pudieran sentirse reflejados en las votaciones, se dieron entre los tres punteros en las encuestas, Alejandra Barrales, Claudia Sheinbaum y Mikel Arriola, la noche se la llevó Carpinteyro, abanderada de Nueva Alianza, quien increpó a la candidata de Morena de una manera, por demás efusiva que otorgó ciertos momentos de tensión.

Por otra parte, Marco Rascón, del Partido Humanista, cuestionó al candidato priista y se confesó que «debe ser horrible dormirse priista y despertarse priista», al tiempo que preciso varios puntos a considerarse y realizarse dentro de sus primeros 100 días de su gobierno, entre ellos, afirmó que llamará a formar un gobierno de coalición.

Sin embargo,  poco trascendieron las pocas propuestas ante los señalamientos de corrupción entre Claudia Sheinbaum y Alejandra Barrales, mismo que culminaron con el reto  de la perredista a la morenista para comprobar lo que decía, de ser así —dijo Barrales— «renuncio a mi candidatura, pero si no lo pruebas, entonces renuncia tu».

Sheinbaum por su parte fue cuestionada por su «cercanía» con Alfonso Suárez del Real, según Mikel Arriola, quien lo acusó de explotar sexualmente, durante cinco años, a una menor de 17 años de edad. Por lo cual no solo la candidata de Morena respondió que se investigue el caso, también el aludido respondió en sus redes sociales «Yo no miento, no robo y no traiciono, como lo hace Mikel Arriola».

Mientras tanto, la candidata independiente, Lorena Osornio, deambuló, fiel a su costumbre, entre trabas, ambigüedades y frases confusas. Al final todo culminó con la reina de la noche (al menos en burlas)  haciendo una salida «chusca» e inesperada, grabada por las cámaras durante el Tercer Debate Chilango.

HOY NOVEDADES/CDMX