Llámese Primera o Segunda Guerra Mundial, Independencia de México, Revolución Mexicana, conflicto entre Ucrania y Rusia o el más actual entre Israel y Palestina, hemos obtenido una serie de aprendizajes sobre los motivos y consecuencias que dejan estos conflictos bélicos. Créanme que el bienestar de la población o la democracia no están contemplados en dichos movimientos.

En su mayoría estos movimientos se ven motivados por intereses de cúpulas, hasta llegar a un nuevo modo de reorganizar la estructura del poder y afianzar nuevos dinamismos de liderazgo conforme a nuevas conveniencias.

En un primer caso, se sabe que la guerra entre Rusia y Ucrania comenzó en 2014, y surgió a raíz de la anexión de Crimea por parte de Rusia y el conflicto en el este de Ucrania, donde grupos separatistas respaldados por Rusia se enfrentaron al gobierno ucraniano; se dice que proliferaron grupos nazis que arremetieron contra los rusos.

El gas y el petróleo desempeñan un papel crucial en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Rusia es uno de los mayores productores y exportadores de gas natural y petróleo en el mundo, y Ucrania es un importante país de tránsito para el suministro de gas ruso hacia Europa occidental.

Ante disputas sobre los precios y los términos de suministro de gas entre Rusia y Ucrania se han dado interrupciones en el suministro de gas a Ucrania y a Europa, que depende del gas ruso que atraviesa el territorio ucraniano, destacando la vulnerabilidad de Europa y la interferencia de EEUU y la OTAN para aprovechar este enfrentamiento.

En otro tema, la guerra entre Palestina e Israel se centra en la disputa sobre el territorio y la autodeterminación en la región histórica de Palestina. Ambas partes reclaman derechos históricos y legales sobre la tierra y tienen narrativas y perspectivas ideológicas distintas.

Para Israel, la creación del Estado en 1948 fue un logro basado en el derecho histórico y el reconocimiento internacional, afirmando que tiene una conexión ancestral y religiosa con la tierra y ve su existencia como una respuesta al antisemitismo y al Holocausto. Abogan por un estado judío en Palestina.

Los palestinos argumentan que han vivido en la región durante generaciones y que tienen derechos históricos y culturales sobre la tierra. La creación del estado de Israel resultó en la expulsión y desplazamiento de muchos palestinos.

La guerra, en su esencia, representa la fracasada resolución de conflictos humanos. Ha dejado cicatrices imborrables entre los habitantes del mundo. Es un recordatorio doloroso de nuestra capacidad para destruir y la necesidad imperativa de buscar vías pacíficas y políticas. En momentos de conflicto, debemos recordar que la verdadera fortaleza reside en la búsqueda de la reconciliación y la construcción de puentes entre culturas.

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