«Para eso votamos», comentan los campesinos al referirse a la cancelación del NAIM.
Javier Jiménez Espriú, próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes, visitará las zonas afectadas por la construcción el NAIM.
Aunque oficialmente Andrés Manuel López Obrador ya es el presidente electo de México, cada vez luce más incierta su posición sobre cómo llegará a la silla presidencial en lo que respecta a su aceptación con la sociedad, pues sus niveles de popularidad podrían no ser tan buenos como lo fueron durante su campaña electoral tomando en cuenta que ya desde antes de portar la banda presidencial, varios de sus partidarios se muestran molestos al darse cuenta que probablemente (por no decir seguramente) romperá algunas de sus promesas más importantes. Ejemplo de ello es la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
Así, el «echar para atrás» la construcción del NAIM en Texcoco fue, como muchos recordaremos, una de sus principales propuestas, y con la cual ganó demasiados votos por parte de las comunidades afectadas por esta magna obra. Sin embargo, conforme se fue acercando su triunfo, su férrea posición respecto a este tema se fue haciendo cada vez más templada, ya que su discurso dejó de ser un «vamos a cancelar», y pasó a ser un «vamos a consultar».
Así, la idea es que la ciudadanía elija si el NAIM va o no va, aunque todo esto solamente pareciera un pretexto para quitarse la culpa al momento de que el aeropuerto esté terminado –pues seamos sinceros, sería una locura cancelar una construcción de millones y millones de pesos que ya han sido invertidos en ella-, para que el electo presidente pueda decir que «fue la misma ciudadanía la que quiso la construcción del aeropuerto, no yo».
El problema será cuando tenga que enfrentarse a los habitantes de 17 municipios del Edomex que están en contra del NAIM, quienes recalcan que éste no sólo afecta el medio ambiente, sino que también ha ocasionado el asesinato de líderes campesinos. Así lo recalcaron durante una reunión que tuvieron algunos de estos ciudadanos provenientes de San Pedro Tepetloaxtoc, Acolman, Tocuila, Temoaya, Amanalco y Atenco, entre otros, con el próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
«Rechazamos el nuevo aeropuerto y afirmamos que el nuevo Gobierno cuenta ya con elementos suficientes para tomar una decisión de Estado (cancelarlo)», aseveraron los campesinos en una declaración conjunta previa.
Por ello, Espriú se comprometió a visitar las zonas afectadas la próxima semana, aunque, por supuesto, no basta con una visita, pues lo que los campesinos quieren es que se detenga la proliferación de minas ilegales, los despojos de agua, el robo de combustible, el exterminio de la fauna y la devastación de cerros y minas.
«Para eso votamos», sentenciaron estos ciudadanos, quienes reclaman que ahora AMLO le está dando más atención al ramo empresarial que a los pobladores. Ahora bien, no importa si el NAIM se construye o no, el punto es que Obrador saldrá perdiendo en esta promesa vean por donde quieran verlo, pues si por un lado se detiene la obra (lo cual, como dijimos, es prácticamente imposible por todos los intereses que hay en ésta), se echará encima a los empresarios; mientras que si se construye, le habrá fallado a ese sector de la población que confió en él con la esperanza de que sus tierras no se vieran afectadas.
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