La atención a la salud en el lugar de trabajo es un tema de creciente importancia, en especial (y como es mi tema), las enfermedades mentales pueden tener un impacto significativo en la vida de los trabajadores y en la productividad de las empresas.

Existen regulaciones que establecen los derechos y responsabilidades de los empleadores y trabajadores en relación con la salud en el lugar de trabajo. Estas regulaciones pueden incluir directrices sobre la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de enfermedades ocasionadas por el trabajo. Sin embargo, estas pautas deben revisarse y actualizarse periódicamente para mantenerse al tanto de las investigaciones recientes y los nuevos puestos que nuestros avances han creado.

Después de 53 años de haberse creado, la Tabla de Enfermedades de Trabajo y la Tabla para la Valuación de Incapacidades Permanentes, el pasado 24 de octubre fueron aprobadas por el Senado las reformas y adiciones de diversas disposiciones a la Ley Federal del Trabajo, lo que implica la incorporación de 88 padecimientos laborales nuevos a las 161 enfermedades que ya se encontraban contempladas y ampliar de 409 a 524 los tipos de lesiones.

La nueva tabla se encuentra alineada con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE -11) de la Organización Mundial de la Salud (que entró en vigor el 11 de febrero del 2022) y este documento normativo sirve como instrumento para llevar a cabo una correcta evaluación y dictaminación que los peritos en medicina del trabajo realizan respecto de la relación causal de trabajo y el daño al trabajador; es decir, nos ayudan a definir qué enfermedades están reconocidas como consecuencia de trabajo y así saber cuáles son objeto de compensación y tratamiento por motivo de trabajo, determinando el grado de incapacidad y los beneficios que se recibirán.

Dentro de la incorporación de las 88 nuevas enfermedades laborales, están patologías infeccionas y parasitarias (aumentando de 21 a 41, incluida el covid-19), enfermedades específicas de la mujer (como la pérdida del embarazo, infertilidad y endometriosis), la ampliación de cánceres de origen laboral (de 4 a 30), las enfermedades por intoxicaciones (aumentaron de 36 a 46) y  la cereza del pastel (por supuesto lo hablo desde mi línea de interés) se reconocen por primera vez los trastornos mentales, con padecimientos como el estrés laboral, la ansiedad, la depresión y el insomnio.

La inclusión de estas enfermedades, son básicas para garantizar los derechos de los trabajadores, pero también nos habla de un incremento de padecerlos en nuestra población de edades laborales y aunque es un gran logro vislumbrar con mayor claridad los padecimientos contando también con el Catálogo de las cédulas para la valuación de enfermedades de trabajo (para la descripción del padecimiento, las ocupaciones y exámenes que se requieren para el diagnóstico), deseo e invito a las empresas a que no continuemos resolviendo desde la enfermedad, si no poniendo también atención en la prevención y la resolución desde la salud con la información que esta actualización nos brinda.

La inclusión de los padecimientos mentales desde el ámbito laboral nos abre muchas puertas para su atención y no me refiero solo desde el nivel de los empleadores para promover una cultura de atención en las empresas, me refiero también a cada uno de nosotros como trabajadores, ya que somos dueños de nuestra propia salud y responsables de las decisiones que tomamos día a día. La responsabilidad de la salud es compartida y es mi invitación para la toma de conciencia: los puestos de trabajo los ocupamos los humanos y por lo tanto la función que le demos sí depende de nosotros y puede afectar también a nuestra familia y comunidad.

Me complace y estoy sumamente agradecida de haber podido formar parte de esta reforma, participando junto con especialistas del IMSS, peritos de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, médicos especializados en salud laboral, entre otros, donde cada uno aportamos desde el conocimiento y experiencia a la especialidad que corresponde. Y reconozco que es un trabajo de muchos años atrás donde el esfuerzo se va sumando para el beneficio de nuestra población trabajadora y la productividad empresarial.  Tuve la fortuna de ver el resultado de esfuerzos de años, plasmados y por eso reitero mi deseo, que centremos nuestra atención en la prevención y el cuidado desde la salud y no desde la enfermedad donde en muchísimos casos, podemos no esperar a que el daño esté hecho.