Por Pedro Martín García Silva

Todo negocio o corporativo debe desplegar desde su inicio seguridad que resguarde el lugar. Pero también medidas internas que preserven ordenadores,  documentos, firmas, programas, datos e información relevante que anule  cualquier filtro o hackeo. Muchos no lo hacen o lo llevan a medias. Como en la salud, no hay un sistema de prevención o se mira como un gasto innecesario pues hasta el momento “todo va bien”.

Sin embargo, hoy en día un protocolo de seguridad exclusivo es necesario pues es la columna vertebral hasta de la zapatería de la esquina.

Una fórmula se considera eficaz cuando todas sus áreas trabajan para una intención en común.  La seguridad empresarial es multifacética y fusiona principios, políticas, normas y estrategias que protegen recursos, capital, datos, empleados, infraestructura y los mismos activos. He aquí algunos candados que no deben faltar en tu empresa.

Copias de seguridad. Sobre todo si existen secretos empresariales internos o es información es de vida o muerte; contratos, facturación, documentos fiscales, escrituras, etc. Aquí no hay excusa, sino visión, prevención y reducción de riesgos ante situaciones desastrosas.

Úsese y tírese. Muchos negocios ostentan la mala práctica de guardar o almacenar documentos que han dejado de ser útiles, que han prescrito, pero en manos ajenas pueden ocasionar daños. De ahí la importancia de purificar, destruir papeles en físico y virtuales. No de modo cualquiera, sino con suma cautela y seguridad.

Bio seguridad. Hoy todo navega por las turbulentas aguas del Internet. Es prioritario invertir en un proveedor o alojamiento de calidad. Contraseñas muy seguras para toda plataforma, protección de cuentas bancarias, etc.

La seguridad de la web es igual de relevante que la puerta de entrada, las cámaras, controles de accesos y la correcta evacuación de personal. Cantidades infinitas de información cargadas y descargadas, viajando a la velocidad de la luz…Los hackeos y los virus están a la orden del día. También es significativo no dejar por descuido ventanas, correos, páginas abiertas. Hoy cualquier servicio, asistencia y trabajo empresarial flota en nubes, viaja en las redes, de ahí la extrema observancia, aunque ninguna tecnología puede ofrecer el 100%, lo más cercano es plausible.

Estas son, entre otras cerraduras, las que hay que implementar en todo negocio, protegerlo de cualquier amenaza, intervención o transgresión interna. Cada empresa o corporativo, de acuerdo a su giro y condiciones, sabrá colocar el protocolo que más le convenga. También, es menester efectuar un plan B o de contingencia para mitigar posibles consecuencias; daños, perjuicios y pérdidas.

Plan de trabajo. Todos estos candados de seguridad se consideran antes, durante y después de que la empresa entra en funciones, enseguida que los directivos, administradores o ejecutivos del organismo hayan llevado a cabo una exhaustiva evaluación en donde detecten los puntos vulnerables de la compañía; variables de riesgo y los lineamientos a seguir. Ya con estos datos, se contrata un equipo multidisciplinario que disponga los elementos imprescindibles de salvaguarda.