La organización Amnistía Internacional ha advertido que toda América enfrenta un clima de «graves retrocesos» en el ejercicio de derechos fundamentales de las grandes mayorías, desde la helada nación de Canadá hasta el último confín de Chile.
En una carta que su delegación entregará durante la próxima Asamblea General de la Organización de Estados Americanos en nuestro país, la organización argumenta que la severa crisis económica que enfrentó la CIDH durante todo 2016, es una demostración inequívoca de la falta de voluntad política de los Estados para promover y proteger los derechos humanos, tanto en sus territorios como fuera de ellos.
En el escrito, Amnistía denuncia que existe una “oleada de represión” que se ha tornado cada vez más visibles y violentas, en las que con frecuencia los Estados hace uso indebido de los sistemas judiciales y de los aparatos de seguridad para responder a la disidencia y al creciente descontento de la ciudadanía.
A lo largo de ocho cuartillas, Amnistía Internacional, una de las organizaciones de derechos humanos con mayor reconocimiento a nivel global, repasa los principales temas de violaciones a derechos humanos cometidos en la región, entre las que destaca la falta de acceso a la justicia y políticas erróneas de seguridad pública, asesinatos y ataques contra defensores y periodistas, crisis de refugiados y migrantes, derechos de las mujeres y niñas, situación de los pueblos indígenas.
Como breves muestras de lo expuesto por AI nos encontramos los casos de Estados Unidos, con los migrantes latinos abatidos a manos de la Policía Fronteriza; Venezuela, donde hace dos días ascendió a 86 el número de muertos en el choque de la Guardia Nacional Bolivariana y manifestantes en contra del gobierno de Nicolás Maduro; en Colombia, las violaciones a derechos humanos que se vive en el departamento de Chocó, azotada por una crisis económica.
Sumado a Brasil, con ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por policías, sobrepoblación carcelaria y tortura y maltrato de detenidos, principalmente en 2016, documentadas por Human Rights Watch; Argentina, donde estudios muestran que la policía es vista como corrupta y, sobre todo, corruptible.
Aunque la misiva se refiere en términos generales de la situación que priva en la región, también lo hace de manera específica de algunos países. En el caso de México, con tantos casos de violaciones a derechos humanos, enumerados en un pergamino, asegura que las autoridades se muestran tan reacias a aceptar las críticas que han llegado al extremo de negar la crisis de derechos humanos que enfrenta el país, con un ejemplo tan contrastante como Ayotzinapa, cuando el mismo gobierno mexicano, a través de la PGR, posicionó su inconformidad con los resultados del grupo de peritos enviados por la CIDH.
Por: Edgardo V-L
HOY NOVEDADES/EN BOGA
