El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, extendió una invitación al presidente chino, Xi Jinping, para asistir a su ceremonia de toma de posesión el próximo 20 de enero, según informó la cadena CBS. Este inusual gesto genera interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre las dos mayores economías del mundo.

Un precedente histórico en juego

La invitación de Trump destaca por su carácter simbólico, ya que ningún líder chino ni jefe de Estado extranjero ha asistido a una toma de posesión presidencial en al menos un siglo, según los registros del Departamento de Estado. Tradicionalmente, estas ceremonias cuentan con la presencia de embajadores, legisladores y el público en general.

Sin embargo, expertos como Scott Kennedy, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, consideran que la invitación podría ser un “juego de poder” por parte de Trump. La asistencia de Xi Jinping, en caso de ocurrir, implicaría un alto riesgo político para ambos países.

Riesgos de la presencia de Xi Jinping

La dinámica impredecible de Trump en público representa un desafío adicional. En sus discursos, el presidente electo ha hecho comentarios inesperados, como llamar al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, “gobernador del Gran Estado de Canadá”. Situaciones similares podrían poner en aprietos diplomáticos a Xi Jinping si estuviera presente.

Un episodio de este tipo, con Xi sentado entre el público sin posibilidad de responder, podría generar tensiones adicionales entre Estados Unidos y China, afectando los lazos bilaterales más de lo que ayudaría la invitación.

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Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, evitó confirmar o negar la invitación, afirmando que no tenía comentarios al respecto “en este momento”.

¿Gestión diplomática o estrategia política?

El gesto de Trump podría interpretarse como una muestra de buena voluntad o simplemente como una táctica estratégica. Aunque recientemente declaró en una entrevista haber hablado con Xi, evitó revelar detalles de la conversación. Su último encuentro cara a cara ocurrió en 2019 durante la cumbre del G20 en Japón.

Con información de medios.

KJCS