El fenómeno del vórtice polar, que se desarrolla en los polos terrestres, comienza a intensificarse en diciembre de 2024 tras un retraso inusual en su formación. Este evento meteorológico, que trae consigo bajas temperaturas, se forma típicamente desde septiembre, pero este año tomó fuerza hasta casi mediados de diciembre.
De acuerdo con el Centro de Predicciones Climáticas de la NOAA, los vientos estratosféricos a 60 grados de latitud norte se mantuvieron más débiles de lo normal hasta finales de octubre. Sin embargo, en las últimas semanas, dichos vientos han superado los niveles promedio para esta época del año.
Aunque el fenómeno ha captado la atención de las autoridades meteorológicas, los expertos consideran poco probable que provoque descensos drásticos de temperatura de forma descontrolada. Aun así, advierten sobre posibles efectos climáticos en países situados al sur de los polos y recomiendan a la población mantenerse alerta a los avisos oficiales.
¿Qué es el vórtice polar?
El vórtice polar es una vasta área de baja presión y aire frío que rodea los polos de la Tierra. Según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS), este fenómeno está presente todo el año, debilitándose en verano y fortaleciéndose en invierno.
En ocasiones, el vórtice polar se expande durante los meses invernales, desplazando aire frío hacia el sur y ocasionando olas de frío extremo. Ejemplo de ello fue la ola de frío registrada en enero de 2014 en Estados Unidos, la cual dejó temperaturas históricamente bajas.
Actualmente, las autoridades meteorológicas monitorean la evolución de este fenómeno que, al intensificarse, podría extender su influencia hacia países situados en el hemisferio sur.
Recomendaciones ante un vórtice polar
Ante posibles descensos significativos de temperatura, el NWS sugiere:
- Consultar avisos meteorológicos: Mantenerse informado sobre el clima.
- Preparar suministros esenciales: Alimentos, agua, ropa abrigadora y artículos de emergencia para resguardarse en casa.
- Cuidar a los animales de compañía: Protegerlos del frío extremo y no dejarlos desatendidos.
Aunque no se espera una crisis inminente, estar preparado para temperaturas bajo cero es crucial en las zonas afectadas por el vórtice polar.