«LOS HUEVOS DE ORO» Y LA AUSENCIA DE LOS MISMOS

El presidente, Enrique Peña Nieto, salió a decir, en un tono tibio, que «se nos secó la gallina de los huevos de oro», haciendo una alusión a la fábula, donde una familia pobre mata a un ave para sacarle los huevos de su interior, por avaricia; comparando la obra literaria con que ya no se produce la misma cantidad de petróleo que antes.

En ese mismo discurso, habló de que el país contaba con un excedente con el que se podían subsanar las finanzas públicas y, entre otras cosas, mantener los precios de la gasolina.

Se ha hablado de que no hay recursos para subsidiar, que se debe comprar la gasolina, porque no existe la infraestructura necesaria para crearla dentro del país y, por ello, el aumento de precios, además de que se ha dicho que los precios del combustible a nivel mundial han aumentado.

El resultado es el mismo, el descontento social y las múltiples quejas por parte de los consumidores.

Si rememoramos 27 años atrás, los consumidores de un servicio impartido por el Estado, también se quejaban, ahora por un pésimo servicio derivado de una falta de infraestructura, provocada, en gran parte, por la falta de inversión estatal, desde su adquisición en 1972.

Telmex tenía un grave problema de modernización, aunado a otros a causa de su servicio, por lo que el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, indicó que el estado no contaba con los recursos necesarios para darle mantenimiento, por lo que en 1990 se decide colocarla en subasta pública.

De los 207 millones de dólares que valía, años más tarde (y con una fuerte inversión de recursos en infraestructura y capacitación de personal) llegó a ser valuada en más de tres mil 300 millones de dólares, algunas voces públicas han catalogado la privatización de Telmex como «la gallina de los huevos de oro» de Carlos Slim.

Hoy en día, en materia petrolera, el discurso es el mismo, falta de infraestructura, problemas al exterior con los consumidores finales, afectaciones derivadas de manera directa e indirecta con el aumento. El discurso se asemeja, y puede que se esté evocando a la falta de producción para buscar un nuevo rescate petrolero que pueda ayudar a salir del problema en cuanto a elaboración se refiere.

Avaricia, es la moraleja que deja la fábula de la gallina, la cual se ve reflejada en los gobernantes y representantes públicos que han huido de la justicia, luego de llevarse miles de pesos e incluso millones, con base en partidas secretas y empresas fantasma, además de enriquecer al imperio que se ha hecho alrededor del sindicato petrolero, quien también ya ha sido señalado en varias ocasiones por lavado de dinero.