La Comisión Nacional del Agua (Conagua) autorizó la extracción de al menos 150 millones de metros cúbicos de agua de la presa “El Cuchillo” en Nuevo León. Esta acción forma parte del cumplimiento del tratado hídrico entre México y Estados Unidos, que establece la entrega de 1,700 millones de metros cúbicos de agua al vecino país del norte.

Razones técnicas y acuerdos internacionales

El secretario de Recursos Hidráulicos de Nuevo León, Raúl Quiroga Álvarez, explicó que la decisión responde tanto a compromisos internacionales como a razones técnicas. Una de las cortinas de la presa presenta fallas estructurales, lo que hace necesario reducir el nivel del agua almacenada para disminuir la presión y permitir una mayor capacidad de captación ante las recientes lluvias.

“Este volumen almacenado por encima de aguas máximas ordinarias podría generar un problema técnico en la cortina de la presa. Es importante bajar el nivel lo antes posible”, subrayó Quiroga Álvarez.

El agua extraída será trasvasada a la presa “Marte R. Gómez” en Tamaulipas a través del río San Juan, desde donde será canalizada al río Bravo para su entrega a Estados Unidos. El gobierno de Tamaulipas respaldó esta medida, argumentando que no existe capacidad suficiente para almacenar dicho volumen en otras infraestructuras del estado.

Seguridad estructural y presión internacional

El funcionario enfatizó que la extracción es clave para preservar la seguridad de la presa, cuyo nivel no debe superar los 1,000 millones de metros cúbicos. Además, reconoció la creciente presión ejercida por el gobierno de Estados Unidos para cumplir con la entrega del volumen pactado en el tratado internacional.

También te puede interesar: Maduro asume tercer mandato en medio de polémica electoral

“La deuda asciende a alrededor de 1,700 millones de metros cúbicos, y Estados Unidos está presionando mucho. Esta acción demuestra la buena voluntad de México como nación para cumplir con sus compromisos internacionales”, señaló Quiroga Álvarez.

Implicaciones de la extracción

Aunque necesaria para mitigar riesgos estructurales y cumplir obligaciones internacionales, la extracción podría generar preocupaciones en torno a la disponibilidad de agua para consumo y agricultura en la región. Sin embargo, el gobierno mexicano asegura que se trata de una medida responsable que busca un balance entre seguridad, sostenibilidad y relaciones internacionales.

Con información de medios.

KJCS