El presidente de Rusia, Vladimir Putin, emitió este lunes un decreto en el que ordenó aplazar de manera indefinida la organización de los Juegos Mundiales de la Amistad, una iniciativa concebida como rival de los Juegos Olímpicos. Estos juegos, inicialmente programados para este año en Moscú y Ekaterimburgo, no tienen una nueva fecha definida ni se ofreció una explicación oficial sobre las razones de su cancelación.

El decreto, publicado en el portal oficial de documentos jurídicos del gobierno de Rusia, señala que la medida busca “defender los derechos de los deportistas y organizaciones deportivas al libre acceso a competencias internacionales”. Sin embargo, el contexto político y deportivo en el que se encuentra Rusia sugiere que el aplazamiento responde a problemas más profundos.

Tensiones entre Rusia y los organismos deportivos internacionales

Las relaciones entre Rusia y las instituciones deportivas globales se han deteriorado en los últimos años debido a una serie de conflictos:

  • Escándalos de dopaje de Estado, que llevaron a sanciones generalizadas contra deportistas y eventos organizados por Rusia.
  • El conflicto en Ucrania, iniciado en 2022, que trajo consigo sanciones internacionales, incluyendo restricciones a la participación de Rusia en eventos deportivos internacionales.

La iniciativa de los Juegos de la Amistad, anunciada por Putin hace un año, surgió como respuesta a las sanciones deportivas y la exclusión de Rusia de los Juegos Olímpicos de París 2024. Sin embargo, estas sanciones también limitaron su viabilidad.

El impacto en los Juegos Olímpicos de París 2024

En los Juegos Olímpicos de París, Rusia fue representada únicamente por 15 atletas bajo bandera neutral. Estos deportistas debían demostrar que no apoyaban la intervención militar en Ucrania ni estaban vinculados a clubes relacionados con las fuerzas armadas de Rusia. Estas restricciones llevaron a varios atletas rusos a renunciar, denunciando criterios “discriminatorios”.

Críticas al proyecto de los Juegos de la Amistad

El Comité Olímpico Internacional (COI) criticó duramente la iniciativa, calificándola como “propaganda cínica” y acusando a Rusia de politizar el deporte. Según el COI, estos juegos representaban una estrategia para explotar a los atletas rusos con fines políticos en medio de su aislamiento internacional.

Con información de medios.

KJCS